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sábado, 8 de enero de 2022

Desbloquea tus Logros de Año Nuevo: ¡Aprovecha el damage boost!

Yo no soy gamer. Sí, tengo algunas consolas y me gustan los videojuegos, pero soy más bien casual. Aún así, da igual. Esta entrada no es sólo "para vosotros, jugadores", sino que va dirigida a todo el mundo que quiera alcanzar sus objetivos este año, pero que no encuentra más que dificultades. Espero que esta publicación os pueda ayudar a "desbloquear" esos logros.

Si es que la vida puede parecer compleja, pero en verdad no es más que un videojuego. No, no me refiero a que estemos en una simulación, ese debate para otro día. Quiero decir que hay muchas cosas de los videojuegos que se pueden aplicar a nuestro día a día.

Por ejemplo, el damage boost. Cuando un enemigo nos alcanza con un ataque, nuestro personaje empieza a parpadear unos segundos. Sí, nos han dañado, pero en ese breve instante, justo después de recibir el golpe, ¡somos invencibles!

Algo similar nos sucede en esta época del año. El 2021 se acabó, y nos ha hecho mucho daño. Seguro que teníais planes que no habéis logrado por culpa de circunstancias externas (#Pandemia). Pero cuando un año termina, otro comienza inmediatamente después. El 2022 nos dá esperanza, y nos motiva a retomar todos los propósitos que no conseguimos el año anterior.

Esa motivación nueva y fresca es el damage boost. ¡Pero cuidado! No durará siempre. Tenemos que aprovecharlo ahora, o lo perderemos. ¡Por eso, hoy os traigo 5 consejos para aprovechar el damage boost de Año Nuevo y desbloquear todos tus logros! Seguid leyendo si queréis saber más, pero antes, las estadísticas dicen que sois más pronpensos a compartir esta publicación y a seguirme si lo digo ahora antes que al final, así que... Lo dicho. 

¡Todos los botones están en el lateral derecho! Podéis seguirme en el Blog, para no perderos nada; en Twitter, donde aviso de nuevas publicaciones y subo cosas un poco aleatorias; y Wattpad, que tengo un poco abandonado pero lo retomaré antes de lo que pensáis. De hecho, ¡ya hay novedades en él! Ahora sí, os dejo con los consejos:


Número 1: Despeja la mente y piensa en tu propósito

Imagen de Ernesto Rodriguez en Pixabay

Os pongo en situación con un videojuego de plataformas que seguro todos conocen: el Mario Bros. Imaginaos que tenemos un goomba delante que nos pilla por sorpresa y nos daña, haciéndonos chiquitos. ¿Ahora, qué?

Hay gente que en estos casos entra en pánico y corretea por toda la pantalla como pollo sin cabeza. ¡Pero así no se aprovecha el damage boost! No, lo que hay que hacer es mantener la calma y pensar en nuestro propósito: derrotar a ese goomba.

Volviendo a la vida real, tenemos que sentarnos y decidir, con calma, cuáles serán nuestros propósitos para el nuevo año. Puede ser uno o varios, como ser más sano, aprobar el curso, aprender un nuevo idioma, etc.

Os recomiendo que los escribáis en una tabla con tres columnas. La primera de ellas serán los "Propósitos". En papel o en digital, eso no importa, pero, si lo hacéis a mano, que sea con lápiz. Es probable que necesitéis rectificar en algún momento.


Número 2: Fija tu objetivo

Imagen de Dilan arezzome en Pixabay

Ahora ya tenemos nuestros propósitos, y normalmente la gente suele terminar aquí, y ese es el problema. Los propósitos son muy abstractos y ambiguos. No nos valen con decir "quiero matar al goomba". ¡Hay que pensar el cómo!

Este paso es el que más varía de persona a persona. Para matar a un goomba, por ejemplo, podemos saltarle encima, o hacerle un salto bomba, o lanzarle una bola de fuego... Cada uno escogerá la opción que más le convenga dependiendo de su situación.

En la vida real (o irl, como dicen los gamers), dos individuos distintos pueden tener el mismo propósito: "ser más saludable". Sin embargo, el objetivo de uno podría ser bajar de peso; y el del otro, subir de peso. Todo depende de lo que necesites en cada momento.

Ahora, en la tabla de antes, escribirás tus objetivos en la columna central, asociados cada uno a su propósito. Un único propósito puede tener varios objetivos, recuerda eso. Tómate el tiempo que necesites, no es algo que se haga en cinco minutos, pero luego merecerá la pena.

Piensa que lo que buscamos es concretar los propósitos en metas más claras. Si no das encontrado ningún objetivo para algún propósito, quizás es que este ya es bastante concreto de por sí. En ese caso, solo escribe de nuevo el propósito en la tabla de objetivos. Recuerda que no hay una única respuesta correcta. Esta tabla debe servirte a ti y a nadie más.


Número 3: No te líes con los botones

imagen de Memed_Nurrohmad en Pixabay

Para gamers principiantes, un mando puede tener demasiados botones, y es fácil perder el control, sobre todo si el videojuego demanda movimientos rápidos y fluidos. Esto lo podemos solucionar entrenando, y visualizando muy bien los botones que tenemos que pulsar. A esa secuencia de botones se la conoce como comando.

Si nuestro propósito es matar aun goomba, y el objetivo es hacerle un salto bomba (o culazo, como se conoce coloquialmente), el comando sería: correr hacia el goomba manteniendo la flecha izquierda y pulsar a la vez el botón de saltar. En cuanto la vertical de nuestro personaje se encuentre perpendicular al enemigo, presionar la flecha hacia abajo para caer sobre él con un salto bomba. Es decir: correr + saltar + abajo.

Si los objetivos son una concreción de los propóitos, los comandos son concreciones de los objetivos. En la tercera y última columna vas a escribir los comandos de tus objetivos, es decir, todas aquellas pequeñas acciones que haremos a lo largo del año y que nos acercarán a nuestros propósitos.

Al igual que existen aplicaciones que detectan los botones que estamos pulsando en un mando, es importante que nuestros comandos se puedan registrar de alguna forma. Puede ser con un registro de hábitos, gráficos, tablas... Lo que sea, pero algo. Piensa que son acciones muy concretas y que se tienen que poder evaluar.

Por ejemplo, si tu propósito es ser más sano; y tus objetivos, comer más y hacer ejercicio; entonces tus comandos pueden ser:

  • Para comer más: ir a un nutricionista una vez por semana, hacerse un menú saludable para cada día y aumentar de forma progesiva la cantidad de alimentos que tomas.
  • Para hacer ejercicio: salir a correr todos los días a las 8 am e ir al gimnasio tres días a la semana.

Si os dáis cuenta, se puede llevar registro de todos estos hábitos con unos simples habbit trackers. Como consejo, si os cuesta encontrar vuestros comandos, pensad en concretar todas las acciones lo máximo posible. Por ejemplo, si os vais a apuntar al gimnasio, anotad cuántos días queréis ir a la semana, qué días de la semana serán y cuántas horas vais a ir cada uno de ellos. ¡Cuánto más concreto, mejor!

Número 4: Los niveles, uno a uno

Imagen de Eric Perlin en Pixabay

 Hay jugadores speedrunners especializados en pasarse un videojuego lo más rápido posible. Pero no queremos hacer eso con la vida, ¿cierto? ... ¡¿CIERTO?!

Por eso hay que ir poco a poco y ser realistas. No puedes matar a un goomba con una bola de fuego si no has conseguido una flor de fuego antes. Del mismo modo, si tu objetivo es correr una maratón, pero nunca antes corriste en tu vida más que para coger el autobús, pues...

Y no digo que debas renunciar a tus sueños y esperanzas, sino que las escaleras se suben escalón a escalón, no dando zancadas. Quizás no puedas correr una maratón ese año, pero podrías cambiar tu objetivo por "empezar a prepararme para correr una maratón", o "participar en una carrera solidaria", por ejemplo. Y así, seguro que en unos años puedes apuntarte a una maratón.

En este paso deberías de tener tu tabla terminada. Ahora, revisa que todos los propósitos los podrás desbloquear en el plazo de un año (o, al menos, acercarte bastante). Si no es así, reformúlalos. Está bien tener en mente logros a largo plazo, más allá del año, pero estos son propósitos "de Año Nuevo", así que centrémonos en eso. 

Si lo deseas, puedes escribir esos otros logros más lejanos en alguna otra parte, como una vision board, para tenerlo siempre presente. Algún día lo alcanzarás, pero recuerda que Súper Mario tuvo que pasar por 8 mundos hasta rescatar a la Princesa Peach.

 

Número 5: Guarda tu partida y marca los checkpoints

La mayoría de juegos actuales tienen todos guardado automático, pero esto es la vida real, y el progreso que no guardes será progreso perdido. Este es quizás el paso más tedioso, pero es muy necesario para mantener la motivación y aprovechar el damage boost.

Durante todo (TODO) el año deberás de tomar registro de todo (TODO) lo que hagas relacionado con tus propósitos de año nuevo. Sí, todo (¡TODO!). ¡Que no tenga que mandarte a Resetti a casa! Las técnicas son varias, pero la más común son los registros de hábitos o habbit trackers. Consisten en pequeñas tablas con cuadraditos, cada uno correspondiendo a un día del mes. Colorearemos un cuadradito si hemos cumplido con la tarea; si no, permanecerá en blanco.

También es aconsejable registar el progreso que haces cada día con gráficas, tablas, registros de ánimo... Incluso puedes redactarlo en plan diario. Eso es decisión tuya, lo importante es que te sirva después para evaluar tu progreso. El formato tampoco importa, de nuevo, escoge el que mejor se adecúe a tus necesidades.

Estos registros han de ser relativamente rápidos de hacer. Te recomiendo guardar tu partida cada día al acabar la jornada o antes de irte a dormir. Mucha gente que no lleva este tipo de control ya se olvidó de sus propósitos a mediados de febrero. Lo que se pretende es, por un lado, tener siempre en mente nuestros logros a desbloquear y, por otro, mantenernos motivados.

Al principio puede resultar fácil, pero según avanza el año, el progreso que hagamos será menor, más sutil. Esto puede hacernos pensar que hemos tocado techo, que ya llegamos a nuestro límite, pero no es así. Al guardar nuestra partida, podremos ver que hay avance. No será en línea recta, habrá picos y valles, pero siempre, siempre se cambia de pantalla.

¿Y qué son los checkpoints? Son esas banderitas que nos aparecen a la mitad de los niveles de Super Mario. Si morimos después de consguirlo, volveremos al nivel desde ese punto, sin tener que comenzar de nuevo en el principio. Ojalá el sistema escolar fuese igual, ¿cierto?

Ahora vas a coger tu nuevo calendario, y vas a marcar unos tres o cuatro días como checkpoints. En ellos, haremos un guardado de partida un poco más extenso. Como una especie de copia de seguridad, o algo así. 

Cuando llegue uno de los días marcados, te sentarás de nuevo a revisar tu progreso y a reflexionar: ¿Cómo vas? ¿Lo estás haciendo bien? ¿Podrías hacerlo mejor? ¿El objetivo que creías que era realista resultó estar más alejado de lo que pensabas? ¿Ha surgido algo inesperado que te trastoca todos los planes? Vas a pensar en todo esto (y te recomiendo que lo hagas por escrito) y hacer los cambios necesarios.

Es muy probable que tengas que redefinir algo en tu tabla. Normalmente los cambios suceden en la columna de los comandos, rara vez en la de objetivos y casi nunca en la de los propósitos, pero probabilidad no es certeza. Quizás puedes ir un día más al gimnasio, por ejemplo; o puede que tengas que ir uno menos porque no aguantas tanto y sea necesario bajar un poco el ritmo. 

Quizás, poniéndonos en un caso extremo, tengas un accidente y te escayolen el pie. Entonces, tendrías que redefinir el tipo de ejercicio que haces. Pero eso no significa que tengas que cambiar tu propósito de ser más sano, o tu objetivo de hacer ejercicio. 

Habrá durante el año situaciones incontrolables que no dependen de nosotros. Lo que sí podemos controlar es cómo reaccionamos ante ellas. No podemos quedarnos bloqueados, sino adaptarnos a la nueva situación lo mejor posible.

Lo más habitual es marcar los checkpoints de forma trimestral o cuatrimestral y, además, si observas que es necesario un cambio inmediato en tus comandos, simplemente hazlo. No tienes por qué esperar a ese día para ello.

Por último, recuerda analizar bien los datos. El objetivo no es frustrarnos o demostivarnos, sino todo lo contrario. Buscamos evaluar nuestro progreso y mejorarlo.


Consejos extra:

Imagen de scarfacino en Pixabay

  • Los años son círculos, pero nadie sabe dónde comienzan o acaban. Por eso, cualquier momento del año es ideal para proponerse cambiar nuestra vida a mejor.
 
  • No te compares con los demás. Recuerda que cada persona es única y no tenemos por qué avanzar al mismo ritmo. Esto no es una competición.
 
  • Redes sociales, las justas. En estos tiempos hay personas que sienten una gran presión de compartirlo todo. Es normal que quieras compartir tus propósitos y tu progreso, pero no todo el mundo está preparado para ello. Al final, puede provocar presión social. No te diré que no lo hagas, solo te recuerdo que no le debes nada a nadie, y que tú decides lo que vas a compartir y lo que no.
 
  • Así como te digo que controles lo que compartes en las rrss sobre este tema, también opino que tener un compañero de propósitos puede ser beneficioso. Activando el "modo multijugador", os podréis motivar mútuamente y ayudar a conseguir vuestras respectivas metas. Pero recuerda: no os compareis, no es una competición.

 

  •  Al principio, para motivarte sobre algún propósito que se te haga cuesta arriba, puedes "recompensarte" por ello. Pero recuerda que según subes de nivel, es más difícil conseguir la recompensa. Llegará un día en el que ese hábito se incorpore en tu rutina y no necesites más esa recompensa, pero mientras tanto, seguro que te ayuda los primeros días. ¡Pero la recompensa debe ser coherente con el propósito!
 
  • Un error no es un fracaso. Un fracaso es cuando dejas de intentarlo. Puede resultar muy difícil establecer un nuevo hábito o rutina en nuestra vida, pero con motivación y perseverancia, es posible. En los momentos de "bajona", mantén la calma y ten siempre en mente tu objetivo final y el porqué lo quieres conseguir. ¡Mantente fuerte!

 

Y esto es todo lo que os puedo ofrecer por hoy. ¡Feliz Año Nuevo! Espero que os haya gustado esta publicación y que os pueda servir de ayuda. Sé que no tiene nada que ver con educación, ni con literatura, pero... Bueno, este blog todavía está en pañales y aún ando buscando un tema que lo defina, así que no me cierro a nada.

Si os gusta este tipo de contenido, ponédmelo en los comentarios y podré traeros más cosas relacionadas. Además, también os puede interesar esta otra entrada que hice sobre el método de organización de la Bullet Journal.

Os dejo también mis redes sociales en el lateral derecho del Blog. Podéis seguirme para no perder ninguna actualización aquí, en el blog; en Twitter, donde ando más activo últimamente publicando cosillas; y en Wattpad, que retomaré en serio este año. De hecho, es uno de mis propósitos de Año Nuevo UwU. 

También podéis compartir esta publicación con vuestra gente, y así quizás también se animan a desbloquear logros este año. Quién sabe, igual hasta ganáis un compañero para activar el modo multijugador.

Decidme: ¿Vais a aprovechar el damage boost este año? ¿Tenéis algún otro consejo? No dudéis en dejarlo en los comentarios, me encantará leeros y contestaros a todos.

Y yo me despido ya. ¡Feliz Año Nuevo! Espero que en este 2022 podáis alcanzar vuestras metas. 💕

 

¡Thank you so much for reading my blog!


¡Nyaa! 😻

miércoles, 24 de noviembre de 2021

Taletober2021: mi proceso creativo

Imagen de Sergii Koviarov en Pixabay

Sí, ya sé que estamos en noviembre. No, no me he vuelto loco. Es solo que este año he participado en el reto del Taletober y quería dedicar una entrada breve a comentar cómo fue la experiencia, y tal.

¿Qué? ¿Que no sabes lo que es el Taletober? ¡Pues deja que te lo explique! El Taletober es un reto de escritura que consiste en escribir diariamente durante todo octubre un relato o microrrelato inspirado en una palabra distinta para cada día. Yo seguí la lista de palabras diseñada por la cuenta de twitter @EcosDeTinta.

No hay más normas que esas, así que en verdad es bastante flexible. A mayores, y como sabía que no iba a ser constante, decidí que si me saltaba un día, luego tendría que juntar las palabras atrasadas en un único relato.

Además, en principio iba a crear historias inconexas y autoconclusivas, pero luego pensé que sería divertido escribir una gran historia conectada con todas las palabras. Esa no fue mi mejor idea... 

Mucha gente iba buscando relatos breves de un tweet o poco más, pero como mis publicaciones estaban conectadas, para entender una tenías que leerte todo lo anterior. Creo que por eso tuve menos lectores de los que podría haber tenido, pero aún así estoy bastante contento con el resultado.

 

Proceso creativo

El primer día ya la cagué porque no sé ni en qué día vivo, así que el 2 de octubre tuve que crear un relato con las dos primeras palabras: "Electricidad" y "Celeste". Esta vez fue fácil. No fue ese el único día que me salté, pero teniendo en cuenta que no suelo tener constancia para nada, no me puedo quejar.

Al principio, relacionar todos los relatos en la misma historia resultaba sencillo. Eso sí, recurrí bastantes veces a los saltos temporales, sobre todo al comienzo. En los últimos relatos ya tenía la historia más pensada y se volvió más lineal.

Quienes me conozcan, sabrán que soy un escritor híbrido (medio brújula y medio mapa), pero esta es la primera historia que escribo siendo completamente brújula. ¡No tomé ni un mísero apunte! Ya sé que es una historia corta, pero la experiencia fue divertida.

Creo que a pesar de todo logré crear una historia entretenida y unos personajes buenos y circulares... Quizás Paul pudo haber tenido más evolución, no sé. Con todas las limitaciones, y para ser mi primera historia brújula 100%, estoy contento con el resultado.

Pero no todo ha sido coser y cantar. Cuanto más avanzaba, más difícil se hacía continuar la historia. Mas ya no había marcha atrás. Estaba atrapado en un lodazal en el que yo solito me había metido. Al final, logré salir como pude, pero con mucha dificultad.

Y tanta dificultad tuve para inspirarme que, junto con otros problemas personales, ¡me salté toda una semana! ¿Recordáis la norma que me inventé de hacer un único relato con todas las palabras atrasadas? ¿No? Yo tampoco :D

Como me quedaba sin días para escribir, decidí alargar una semana más el Taletober. Igual la gente que me veía los tweets pensaba que era un viajero del tiempo o algo. El caso es que me daba penita dejar la historia sin acabar.

 

Conclusión

Así, finalice el Taletober2021 el siete de noviembre. Es verdad que no logré escribir cada día, pero sí que me esforcé en encontrar un huequito para la escritura siempre que pude. Creo que a veces no me pongo a ello porque pienso que tengo poco tiempo, y que no voy a avanzar nada en media hora, por ejemplo. Esta experiencia me ha demostrado que estoy equivocado, ya que párrafo a párrafo he ido construyendo una bonita historia de fantasía y amor.

Quizás no soy el único al que le pasaba esto o algo parecido. A partir de ahora, voy a intentar buscar huequitos en mi día a día, no sólo para la escritura, sino para todas aquellas cosas que me hacen feliz. Y yo que pensaba que el Taletober iba a ser sólo un reto divertido, ¡y acabó dándome una lección de vida!

En fin, que me lo he pasao' mu' bien. 10 de 10, se lo recomiendo a todos los escritores, desde los noveles hasta los veteranos, pasando por aquellos que escriben pero que no se consideran escritores (pero sí son).

Pero recordad que lo importante no es "ganar" (no hay premio) o acabar el reto, así que no os estreséis. Tenéis que divertiros y aprender por el camino, eso es lo que cuenta.

 

Los Magos del Círculo

Ahora toca hablar de la historia que escribí: Los Magos del Círculo. Comence in extrema res, que viene siendo lo mismo a empezar por el final. Esto tiene un significado, ya que uno de los protas, Ciel, tiene poderes de adivinación. Esto, claro está, yo no lo sabía cuando empecé a escribir.

Me resulta casi mágico el ver como las distintas piezas del relato empezaron a encajar como en un puzzle. Es casi como si yo hubiese plantado una semilla y la historia creciese sola. Yo mismo, releyéndola, he encontrado símbolos de los que no era consciente.

Es una historia de fantasía, magia, amor y tragedia. Ciel y Paul son dos magos que se conocen desde niños. El amor florece entre ellos, pero su destino los lleva por caminos separados, sin saber ni cómo ni cuándo se volverán a cruzar. (Es un friends to lovers to enemies to lovers de toda la vida).

Es una historia súper breve, así que no quiero contar mucho más. Podréis leerla en mi Twitter y, además, en mi Wattpad (lo tenéis en el laterla derecho), ya que subiré un libro con la recompilación de todos los microrrelatos, más un epílogo inedito.

¿Por qué un epílogo? Porque al haber tantos saltos temporales y estar todo contado en trocitos de 280 caracteres, tengo un pelín de miedo de que haya cosas que no se entiendan. Sé que como escritor no debería tenerlo, que debería de poder transmitir mi mensaje sin dar explicaciones o justificaciones, pero... Pero patata.

Además, creo que le da un final muy bonito a la historia, como un broche de oro o algo así. ¡Espero que os guste mucho! <3

 

 

sábado, 30 de octubre de 2021

¡¡La Literatura de Terror Infantil ES REAL!!

 La literatura de terror, en cualquiera de sus formas (narrativa, poesía, dramática, cine, videojuego, cómic, etc.) es aquella que nos produce algún tipo de miedo. Puede ser terror visceral o gore, repleto de sangre y violencia; o uno más psicológico, que ataca a los miedos más profundos de nuestra mente. Pero, cuando hablamos de literatura de terror, ¿pensamos en la infancia?

Imagen de Biljana Jovanovic en Pixabay

Pues la respuesta es sí: existe LIJ de terror. Realmente no es algo de extrañar porque los cuentos populare siempre han jugado con múltiples elementos de terror. En la versión de Caperucita Roja de Charles Perrault, por ejemplo, no hay nadie que salve a la abuelita y su nieta del Lobo Feroz. ¡Y no hablemos de la versión de los hermanos Grimm de Cenicienta!

Debemos recordar que la literatura popular no estaba pensada para el público infantil. Eran historias que se contaban en reuniones de adultos y que los niños escuchaban. Por supuesto, a ellos les encantan, pues son historias con acción, peligro, intriga... y, sí, terror.

¿Y por qué nos olvidamos de esas versiones originales? Porque cuando se quisieron dirigir estas historias al público infantil en particular, se cometió el grave error de romantizar la infancia. Es decir, pensar que los niños son angelitos caidos del cielo y libres de pecado que deben ser protegidos de cualquier pertubación.

¡Y no será porque a los niños no les guste! En realidad les encanta el terror porque les hace sentir emociones muy fuertes. ¡Es como montarte en una montaña rusa! Provoca un subidón de adrenalina, una sensación de peligro desde un espacio seguro. De hecho, es mejor que una montaña rusa, porque si el pequeño lector siente que el miedo ya es demasiado, se 'baja' de la 'atracción' sin mayor problema.

Sin embargo, la comercialización de la LIJ es algo distinta a la del resto de obras. Si una editorial quiere vender un libro, tendrá que pensar en las personas que estarán interesadas en leerlo, aquellas que lo comprarán. Pero no sucede lo mismo con la LIJ.

Aquí, los compradores son los padres; y los lectores, sus hijos. Por eso, las editoriales no solo atienden a los gustos de la infancia, sino también a los de sus progenitores. Esto se traduce en un menor número de obras LIJ de terror.

Pero, eso sí, como se dice en mi tierra: habelas, hailas. Así que hoy os traigo una selección de ocho obras de LIJ de terror para pasar un Halloween terrorífico. Tenemos cosillas muy diversas (libros, álbumes ilustrados, canciones...) y centradas sobre todo para los mininos más peques. Espero que encontréis lo que andáis buscando... o no... 🙀

sábado, 9 de octubre de 2021

Rakso Educa: La LOMLOE a través de los Simpson


Los Simpson es una serie creada por Matt Groening en 1989 y que actualmente sigue en emisión, ahora propiedad de Disney (Mickey, no me demandes, plis). Aunque no lo parezca, en muchos de sus capítulos introducen temas de protesta contra los aspectos negativos del sistema educativo americano, muchos de ellos compartidos por el nuestro.

¿Y por qué os estoy hablando de esto? Pues porque he visto rular por diferentes medios mucha información de dudosa fiabilidad sobre la nueva ley de educación: la famosa LOMLOE. Estoy seguro de que muchos comentarios no van mal intencionados (o eso quiero pensar) pero parten desde la ignorancia. ¡Y tampoco culpo a nadie! Después de todo, la educación es un ámbito bastante complejo.

Yo, desde este humilde blog, no quería quedarme callado. Pero, pensé: ¿cómo puedo transmitir mi mensaje de una forma que todo el mundo entienda? Y la idea me vino a la mente como un flash: memes de los Simpson.

Y por eso hoy vamos a repasar los principales cambios introducidos en el borrador del currículum de Primaria de la LOMLOE a través de los Simpson. ¡Vamos allá!

domingo, 20 de junio de 2021

La Selectividad: ¿en verdad es útil?

    ¡Ay, la selectividad! Todavía recuerdo con añoranza aquella época de juventud y rebeldía. Mis compañeras y compañeros, yo incluido, esperábamos con nervios y emoción a las puertas del aula de la facultad de Economía, preparados para dar lo mejor de nosotros. ¡Nos sentíamos héroes! Mientras redacto estas líneas, miles de jóvenes, como yo hace unos años, se enfrentan a la maravillosa prueba que... Ok, esto no se lo traga nadie: ¡¡¡ERA UN INFIERNO!!!

    A ver, igual estoy exagerando un poquito, ¡pero eso no quita que no fuese una experiencia horrible y que no se la deseo ni al peor de mis enemigos! De todas formas, seguro que pensarás que es un mal necesario. Es decir, ¿de qué otra forma vamos a regular el acceso a la universidad? Bueno, si quieres aprender más sobre el tema, quédate conmigo en esta entrada sobre los exámenes de acceso a la universidad.

¿Qué es la selectividad?

    Bueno, antes de nada hay que aclarar que esta prueba no se llama selectividad desde hace muchos años. Ahora tenemos que llamarla EBAU (Evalución del Bachillerato para el Acceso a la Universidad). Aunque algunas comunidades guays le dicen EvAU (Evaluación para el Acceso a la Universidad). Lo que no saben es que en Galicia somos los más guays, le decimos ABAU porque evaluación es avaliación (uwu).

    En 1940 se le llamaba Exámen de Estado, que era estatal, aunque después cada facultad te pidiese pasar otra prueba de acceso. En 1953, Prueba de Madurez, que según la Ley de Ordenación de la Enseñanza Secundaria del mismo año, debía de hacerse después del curso preuniversitario, o PREU para abreviar. Además, esta ley trajo consigo las reválidas entre 4º y 5º y al final del 6º curso de Bachillerato. Sí, esas mismas que quería volver a instaurar la LOMCE (la historia se repite).

    Ya en 1970, la Ley General de Educación le dio fin a las reválidas. Una vez superado el Bachillerato o BUP (Bachillerato Unificado Polivalente), el alumnado debía enfrentarse a las Pruebas de Acceso a la Universidad o PAU. Estas eran muy distintas a las de ahora, pues consistían en "realizar el resumen de una conferencia, un análisis de texto, preguntas sobre Lengua y Matemáticas, y sobre dos materias optativas" (USí, 2016). Lo de la prueba oral puede parecer innovador, pero creedme, seguía siendo un exámen memorístico.

    Esta prueba fue evolucionando poco a poco a lo largo de los años (metiendo materias troncales, cambiando las puntuaciones, el temario, etc.) hasta la EBAU que conocemos ahora. Sin embargo, aunque parezca muy muy distinta, en esencia no ha cambiado absolutamente nada. ¿Es que no veis que siguen siendo los mismos exámenes memorísticos y selectivos de siempre?

Pros y contras de la Selectividad

    Analicemos ahora las ventajas y desventajas de esta prueba para poder llegar a una conclusión objetiva de si realmente estos exámenes cumplen de una manera eficaz su función *se pone gafas de 100tifiko*

PROS

Las ventajas de este examen, son, básicamente, dos de las funciones para las que fue creado. La primera de ellas es la de realizar una evaluación externa. ¿Por qué? Porque así todo el mundo parte desde el mismo punto y en igualdad de condiciones. Es una forma que tiene el Estado de evitar favoritismos, sobornos o coacciones a las que el profesorado de Bachillerato se puede ver sometido.

El siguiente pro tiene que ver con el propio apodo, selectividad, pues es un examen selectivo. Ya sé que no suena muy ético eso de impedir la entrada a una enseñanza que, si bien no es obligatoria, sí es pública. Pero pensad que unas aulas universitarias abarrotadas tampoco serían efectivas.

La realidad es así, no hay plazas para todos (aunque eso sería lo ideal), y se deben aprovechar a los más aptos. Aunque el hecho de que los más aptos sean los que mayor nota saquen también es discutible... Bueno, el caso es que a las pruebas de la EBAU podríamos llamarlas los Juegos del Hambre y no notaríamos la diferencia. Aunque podríamos decir lo mismo de todo el sistema educativo...

CONTRAS

¡Ahora sí, que empiece la escabechina!


 

Lo primero a lo que uno se le viene a la cabeza cuando piensa en selectividad es el estrés. Este es un condicionante que influye considerablemente en el alumnado. Todos nos hemos quedado en blanco alguna vez en medio de un examen, y por eso no sólo es importante aprender contenidos, sino también estrategias de resolución de exámenes y control de la ansiedad. Así que, no, no siempre se aprueba, aún habiendo estudiado.

Pero es que, además, el estrés en grandes cantidades puede resultar muy nocivo para la salud, aunque creo que esto ya quedó claro después de vivir una pandemia global. Y algunos dirán: "Rakso, es que sólo son tres días". No... No sólo son tres días... ¡¡¡SON DOS MALDITOS AÑOS!!!

Y esto nos lleva al siguiente punto: la orientación del Bachillerato hacia el aprobado de un examen. Pensad en distintos tipos de examen: tipo test, de desarrollar, de ejercicios prácticos... ¿Estudiamos de la misma forma para todos ellos? No, ¿verdad? (Si lo haces, deberías parar). 

Pues para un profesor tampoco es lo mismo enseñar para conseguir que todo su alumnado aprenda lo máximo posible, que enseñar para que aprueben un examen que ni siquiera él ha elaborado. O sea, que aun encima condiciona el proceso de enseñanza-aprendizaje, y recordemos que aprender no es lo mismo que aprobar (aunque debería).

Es que si aún lo condicionase para bien... Por ejemplo, si impulsara al profesorado a programar proyectos significativos e innovadores, pues aún bueno. El problema es que los exámenes están mal planteados. Además de sólo evaluar los conocimientos del alumnado en un momento concreto y bajo presión, las preguntas planteadas propician un aprendizaje memorístico.

Pongamos matemáticas, por ejemplo: ¿de qué sirve aprenderse todas esas fórmulas de memoria? ¿Cuál es el sentido, si son conocimientos que están al alcance de todos en internet, los libros y distintas fuentes de información? En un contexto real, su memorización es inútil. 

En otros países, las fórmulas necesarias aparecen ya escritas en los exámenes, y en los ejercicios se piden más cosas que "aplica la fórmula y resuelve la cuenta". El aprendizaje memorístico evalúa la capacidad de retención del conocimiento de una persona; el aprendizaje significativo evalúa la adquisición y comprensión de ese conocimiento.

 

Y el aprendizaje memorístico tiene otra lacra: la suspensión del pensamiento crítico. Cuando en un examen de historia leo "Desarrolla el tema del reinado de Isabel II", yo entiendo "Cuéntame todo lo que hayas leído del libro". 

La finalidad de la didáctica de la historia no es memorizar datos que sólo serán útiles en un concurso de la tele; es saber de dónde venimos para comprender nuestro presente y decidir nuestro futuro. La historia no se memoriza, la historia se piensa. Y este razonamiento se puede aplicar a todas las materias del currículum.

Pero si todavía tenéis dudas sobre esto, haced el ejercicio de Plot ro yo pedrí en el catón de Daniel Cassany. Estoy seguro de que conseguiréis responder a todas las preguntas del texto. Sin embargo, ¿habréis comprendido algo? ¿Cómo prepararíais un examen sobre ese texto?

¡Pero esto aún no acaba aquí! El mal planteamiento de los exámenes de selectividad también propicia un aprendizaje compartimentado de los conceptos. Con esto me refiero a aprenderse un tema y después el siguiente, sin apenas relación entre ellos. Esto, a su vez, tampoco ayuda nada al desarrollo del pensamiento crítico. 

Pensad en cómo se trata la historia de España en Bachillerato, por ejemplo: después de un tema, se pasa al siguiente, y al siguiente, y al siguiente... hasta acabar el temario (si es que se acaba alguna vez). Dentro de cada tema todo está compartimentado también en distintos apartados: modelo de gobierno, economía, sociedad, etc

Esto no quita que no se puedan estudiar ciertos temas por separado y de forma aislada. Al contrario, esto se hace para poder comprenderlos mejor, pero no se entenderán al completo si no se muestran en el gran cuadro, con todas sus relaciones. Sería como estudiar el estómago de forma minuciosa, sin mencionar que forma parte del sistema digestivo.

Por poner un ejemplo gráfico, ¿recordáis los quesitos del Trivial? Pues el alumnado debe aprender igual: estudiando los quesitos por separado, pero juntándolos después en el círculo para comprender su funcionamiento y relaciones en el contexto.

Pero... ¿y si todo esto es premeditado? ¿Y si el sistema educativo es consciente de todo esto, y lo hace por un oscuro propósito? Fijaos: ni en historia, ni en literatura, ni en filosofía, ni en ciencias y prácticamente en ninguna asignatura se menciona a ninguna mujer destacable, y si lo hacen, es en una hoja a parte que por lo común no suele entrar en el examen y, por lo tanto, cae en el olvido.

Por otro lado, se ha aumentado el temario de historia. Si ya antes era súper complicado darlo todo, ahora es prácticamente imposible. Esto hace que la mayoría del alumnado no llegue a dar en clase contenidos sobre la dictadura franquista, o que se impartan mal y a prisas, sin respetar los ritmos de aprendizaje. La falta de tiempo también obliga al alumnado a "chapar" contenidos sin comprenderlos.

Además, en los exámenes de historia de la EBAU se pueden escoger los temas a contestar, pudiendo seleccionar entre estudiarse o el siglo XX o no. ¿Y adivinad qué? La mayoría del alumnado se decanta por no estudiarlo. Y no les culpo, yo hice lo mismo en su día. Y debo confesar que lo que sé sobre historia contemporánea de España lo aprendí en Twitter.

¿Qué quiero decir con esto? Pues que puede, o puede que no, se esté haciendo una selección de contenidos desde arriba con el objetivo de eliminar aquellos que no interesan, aquellos susceptibles de hacer pensar al alumnado. Sin ir más lejos, con la ley LOMCE se eliminó la materia de filosofía como una asignatura obligatoria del currículum de 2º de Bachillerato. Y esto no sólo lo digo yo...

A esto en educación se le llama currículum oculto, o sea, aquello que se enseña de forma implícita e inconsciente al alumnado. En este caso, sería más bien lo que no se enseña. Es muy preocupante saber, por ejemplo, que el 70% de los jóvenes no saben quién es Antonio Tejero, y quien no conoce su historia está condenado a repetirla. ¿Es eso lo que pretende el sistema educativo?

Ya para acabar, y para salir también del campo de las especulaciones (pero con fundamento), decir que el examen de selectividad pone en desigualdad al alumnado. Sí, la evaluación externa pretende que el alumnado parta en igualdad de condiciones, pero no tiene en cuenta las diferencias de dificultad entre los exámenes de distintas comunidades. Y eso sin hablar de la existencia de academias privadas a las que no todo el mundo tiene acceso. Por lo tanto, serán aquellas personas que se puedan costear esa ayuda extra la que más preparada esté.


Conclusión

 

La Fábrica de Francesco Tonucci (Fratto)

Antes de decir lo que yo pienso sobre las pruebas de acceso a la universidad, me gustaría que vosotros pusieseis en los comentarios, después de reflexionar, vuestra propia opinión. Y lo mismo si hay alguna ventaja o desventaja que no he mencionado, o que pensáis que se puede matizar. De esta forma, podemos aprender entre todos.

Ahora bien, el examen de selectividad tiene como finalidad evaluar al alumnado que desea acceder al sistema universitario de una forma igualitaria para seleccionar al más apto. Sin embargo, después de todo lo dicho, considero que las pruebas están mal planteadas que no cumple esta función. Es decir, el alumnado que aprueba no es el que más sabe, sino el que memoriza más rápido.

Ya el hecho de que el examen sea selectivo suena injusto, pero bajo estas circunstancias lo es todavía más. Si bien es cierto que el problema no es sólo de esta prueba, sino del sistema escolar al completo, que se encarga de filtrar al alumnado. Así, al Bachillerato llegan aquellas personas que han logrado pasar por los coladores anteriores, y que en principio está acostumbrada a trabajar con una metodología memorística.

Sin ir más lejos, el índice de aprobados de selectividad del año pasado, aunque descendió un poco, presumiblemente por la pandemia, se mantuvo por encima del 93% (para más información, pinchar aquí). Es un porcentaje de aprobados bastante decente, si me preguntáis, pero que el sistema funcione, no significa que funcione bien ni que sea justo.

Entonces, ¿qué hacemos? ¿Eliminamos la selectividad? En ese caso para acceder a la universidad habría que pasar una prueba de acceso para cada carrera o facultad, reglado por el propio centro. De esta forma, la desigualdad sería mucho mayor, pues cada centro pediría distintos requisitos, pero el alumnado saldría de la misma educación común obligatoria. Por lo tanto, obligaría a entrar en alguna academia privada a quienes quieran preparar la prueba de acceso, como ocurre hoy en día con los estudios del conservatorio, por ejemplo.

¿Es necesario, por lo tanto, un examen estandarizado que regule el acceso a la universidad pública para disminuir desigualdades? Pues lo cierto es que no lo sé. Está claro que es necesario cambiar los exámenes de selectividad para que promuevan un aprendizaje más significativo, con preguntas que animen a la reflexión y argumentación, y no sólo la memorización. Esto es, actividades de aplicación en las que realmente se demuestre la comprensión de los contenidos.

Pero, ¿qué pasaría si el único requisito para acceder a la universidad fuese estar en posesión del título de Bachillerato, sin tener que pasar ninguna prueba? La entrada a la universidad, en el caso de haber plazas para todo el mundo, sería directa. El problema surgiría cuando el número de plazas ofertadas no fuese suficiente, lo cual sucede casi siempre. 

En ese caso, ¿cuál sería el criterio a seguir? ¿La nota media de Bachillerato? Entonces volveríamos a la desigualdad, a no ser que reforzásemos la inspección educativa para evitar casos de sobornos y notas infladas. Por otra parte, ¿se podría reforzar el sistema de universidades para asegurar una plaza a todo el mundo? Puede sonar como una utopía, pero lo mismo se decía cuando se pretendió universalizar la Educación Primaria. Además, los sueños de hoy son las realidades del mañana, ¿no?

La sociedad está evolucionando, y la educación debe hacerlo con ella. Actualmente estamos en una época de cambio, y en vez de escribir una entrada sobre "cómo estudiar para selectividad", que ya hay un montón de vídeos sobre eso, prefería hacer una publicación que invite a la reflexión. (Además de que al ritmo que llevo no me iba a dar tiempo a subir nada antes de selectividad :D)

A veces hacemos cosas de forma mecánica, sin pensar en si hay una forma mejor de hacerlo, y nos conformamos. Por eso, me gustaría saber vuestra opinión: ¿qué pensáis de la prueba de la ABAU? ¿Ha cambiado vuestra opinión después de leer esta entrada? ¿Se os ocurre alguna propuesta de mejora o alternativa? ¡Os leo en los comentarios!


Yo me despido ya, no sin antes recordaros que me podéis seguir en el blog si os gusta mi contenido para no perderos ninguna actualización. También tengo un Twitter (@LiteratoRakso) donde aviso de las actualizaciones del blog, escribo microrrelatos y mucho más. Y, por supuesto, también tengo un Wattpad (@RaksoLiterato), aunque últimamente está lleno de telarañas (#exámenes). Pero prometo que dentro de poco sabréis cosas de mi por esa red social, estoy maquinando algo... uwu...

 

¡Esto es todo por hoy!

 

¡Hasta la próxima! ¡Nya! 😺💟



Para los gatos curiosos...

 
  • Muñoz Vitoria, F. (1992).El sistema de acceso a la universidad en España: 1940-1991 (tesis doctoral). Universidad Complutense de Madrid. Recuperado de: https://eprints.ucm.es/id/eprint/2294/
 

 

domingo, 6 de junio de 2021

Rakso Reseña: Pandemia Lupina de Manuel Muñoz Hidalgo

 

Pandemia Lupina de Manuel Muñoz Hidalgo

FICHA TÉCNICA

Título: Pandemia Lupina

Autor: Manuel Muñoz Hidalgo

    En redes...

        Twitter: @MaMuHi

        Instagram: @unhidalgomadrileño

        Bookstagram: @miaullidoliterario

Editorial: autopublicado en Lektu por pago social (gratis si lo compartes en las rrss)

🐺💗¡ENCUÉNTRALO AQUÍ!🐺💗

Año: 2020

Páginas: 37

Edad: +18

Spin-off de Hijos del Ayer, del mismo autor y también descargable en Lektu por pago social aquí.

 

 RESEÑA

    Una supuesta pandemia mágica que transforma a los hombres en peligrosos hombres lobo asola Eternia, y la alcaldesa Bella Nocta gobierna el país con mano de hierro, implacable ante los infectados. Por eso, Pablo debe llevar una vida solitaria y rutinaria como profesor de historia en un instituto, y sin llamar demasiado la atención, si quiere sobrevivir. Sin embargo, cuando este descubre que Jaime, uno de sus alumnos, también ha sido infectado, no puede evitar ayudarle a ocultar el secreto. Cuando están juntos, ambos pueden ser ellos mismos: a Jaime le alegra tener a alguien en quien confiar, y Pablo también agradece la compañía luego de tantos años en soledad. Pero se están acercando demasiado, y eso puede ser peligroso en muchos niveles...

 "Ninguno podemos hacer esto solo"

    Esta es la primera obra de Manuel Muñoz Hidalgo que leo y me ha encantado: homosexualidad, licantropía, distopía, amor "prohibido"... ¡Tiene todos mis temas favoritos! Es un relato corto que mezcla fantasía y ciencia ficción, pero que a la vez remite a problemáticas sociales no muy lejanas a nuestra realidad, como la homofobia estructural o la desigualdad social. Altamente recomendado si eres como yo y te pirran los hombres lobo (UwU).

ANÁLISIS

    AVISO: otras veces intento que mis análisis sean spoiler free pero, o sea, es un relato corto... Tiene 37 páginas... Léetelo, y luego vuelves, ¿vale? XD

Ambientación

    Pandemia Lupina sucede en el país de Eternia, gobernado por Bella Nocta (que a mí me recuerda a Díaz Ayuso, pero eso ya es interpretación personal). Es una sociedad distópica en la que los barrios más pobres, donde la pandemia se transmite con mayor rapidez, están confinados. La desigualdad social, por lo tanto, está clara. Algo que me gusta mucho del relato es que cuenta sólo lo justo y necesario, dejando muchas cosas a la interpretación del lector. Por ejemplo, no conocemos la forma de transmisión de la pandemia, pero, por lo que parece, esta tiene más incidencia en la población homosexual. Este hecho ha conseguido instaurar la homofobia generalizada en todo el territorio, asumiendo que todo el colectivo LGTB está infectado. 

    Además, es importante decir que la supuesta pandemia no afecta a la calidad de vida de las personas que la padecen, ni tampoco disminuye su esperanza de vida. Por lo tanto, ¿realmente estamos hablando de una enfermedad, o es más bien una estrategia de control de lo que uno desconoce: la magia? Y ya de paso, oprimimos a los colectivos más marginados. Quizás en este relato sí tengamos que hablar de una "plandemia"... Estos datos no son explícitos en el texto, pero se pueden intuír, generando una lectura más activa y, en mi opinión, mucho más divertida. ¡Es que, en un relato corto, los caracteres son oro!

Debo recordar que, como sabéis, este relato sucede en el mismo universo que el de otra obra del mismo autor, Hijos del Ayer. Al ser Pandemia Lupina una especie de spin-off de la misma, no es necesario leerse esta con antelación para entenderla, y tampoco contiene una spoilers de la otra, al ser historias independientes y autoconclusivas. Sin embargo, es recomendable su lectura ya que ofrece más datos contextuales sobre el mundo literario creado por Manuel Muñoz y que completará nuestra interpretación. Es decir, ambos relatos se complementan.

Personajes

    Los protagonistas de la historia son claramente Pablo y Jaime. Pablo es un lobo solitario que ha aprendido de la experiencia a llevar un perfil bajo. Como muchos otros licántropos, también tiene la necesidad de comprensión y cariño que compensa con encuentros casuales y sexuales con otros hombres lobo desconocidos en lugares públicos (sería mucho más arriesgado que los viesen entrar en sus casas). A esta práctica se la conoce como cruising, pero a Pablo no termina de llenarle el vacío que siente en el corazón.

    Jaime, por su parte, es un licántropo novato que todavía no sabe cómo actuar ahora que su vida ha cambiado por completo por culpa de un estúpido error. Pablo ejercerá como su confidente y mentor, pero tendrán varios encontronazos. Jaime todavía es un cachorro inconformista con sueños y aspiraciones, pero Pablo hace mucho que perdió la esperanza de una vida mejor y se conforma con sobrevivir (que no es lo mismo que vivir, pero es algo). Aún así, ambos se sienten a gusto cuando están el uno con el otro, y pronto surgirá el amor. Un amor que, similar a Romeo y Julieta, presagia la tragedia (dije que iba a haber spoilers, el que avisa no es traidor).

    Grace es una coprotagonista y además una bruja. Pero en el sentido literal de la palabra, o sea, hace magia y esas cosas. Ella es la nueva profesora de literatura del instituto en el que trabaja Pablo, y este no tarda en descubrir su secreto. A partir de ahí deciden colaborar para ocultar las identidades de ambos. Además, también se ofrecerá a ayudar a los dos licántropos con su extraña relación. De hecho, para eliminar cualquier sospecha de homosexualidad, Pablo y Grace comienzan a vivir juntos, fingiendo una relación amorosa (al estilo de High Class Homos de Momozerii). Ella también tiene una novia, Esperanza, pero es más bien un personaje secundario.

    Por último, toda historia que se precie necesita un antagonista, y esa es Rocío, una niña pija de buen barrio, hija del comisario Abad. Quizás lo que más duela es que esta chica es antagonista de manera casual, por un error, y aún así es capaz de (perdón por la expresión) joderles la vida a dos personas inocentes sólo para salvar su pellejo. Rocío se encontraba en unos barrios bajos, comprando lo que se deduce que es una especie de droga, cuando ve salir a Jaime y Pablo del mismo edificio. Al pensar que Jaime pudo haberla reconocido, no duda ni un instante en librarse de ellos. Pero creo que lo que la hace una gran antagonista es su personalidad de mie... Quiero decir, su personalidad irritante. ¡Pero en el buen sentido! Rocío es una niña mimada que no conoce lo que es el  sufrimiento o la empatía. Nació siendo privilegiada, y morirá siéndolo. Es muy consciente de las injusticias sociales, pero no sólo le dan igual, sino que se beneficia de ellas: "Yo soy rica, escoria, puedo hacer lo que me dé la gana".

El final...

    Ahora sí, si no os habéis leído el relato, hacedlo, por favor, porque voy a analizar el final del mismo. Y es que los lectores no solemos estar acostumbrados a este tipo de desenlaces que podemos calificar como "malos" (el de Pandemia Lupina es, concretamente, un final trágico), en los que los protagonistas no consiguen sus objetivos, fracasan e incluso se topan con la muerte (¿quién dijo que un protagonista no podía morir?). La cuestión es que nos fastidian porque hemos conseguido empatizar con los personajes y queremos lo mejor para ellos. Creedme cuando digo que nos duele más a los escritores que a los lectores... ¿Y qué pasa cuando acaban "mal"? Pues que nos enfadamos, nos frustramos, lloramos... Pero también soñamos. Soñamos con un futuro mejor. Y a veces también escribimos fanfics UwU.

    El caso es que estos finales activan un pensamiento imaginario en nuestra cabeza, un "¿qué habría pasado si en vez de esto hubiese sucedido esto otro?" En Pandemia Lupina no hubo ningún cambio social, no se inició ninguna "Revolución Eterniana", pero en nuestras mentes sí cambió algo. En nuestro interior, Jaime, Pablo y Grace se han convertido en una especie de mártires, víctimas de la homofobia estructural de Eternia, de la brutalidad policial y los retorcidos planes de un gobierno corrupto, casi dictatorial, al que no pueden hacer frente. Recordemos que realidad y ficción se retroalimentan, y por eso este tipo de finales son necesarios y activan mecanismos que nos hacen conscientes de las desigualdades e injusticias sociales: nos convierten en motores de cambio. Cada vez que veamos en el colegio, en el trabajo o incluso en las redes sociales a una persona víctima de acoso, estaremos viendo a Jaime. Ahora que tenéis la oportunidad, ¿no le ayudaríais?

VALORACIÓN PERSONAL

    Para mí, Pandemia Lupina es un must read del 2021. Me gustó la historia y la forma en la que está escrita, y me he enamorado de los personajes. También me ha encantado que toque, a través de la ficción, temas tan reales y a la orden del día, como los que ya mencioné más arriba (la homofobia, la desigualdad...). Es un relato que inspira cambio social, pero sin perder en ningún momento la calidad literaria. Sinceramente, creo que obras como esta son cada vez más necesarias, pues, como digo, animan al cambio social.

    A mí, personalmente, ciertos detalles me han llevado a recordar una problemática social que todavía está bastante presente: la discriminación hacia los hombres homosexuales derivada de la pandemia del VIH, calificando al sida como una especie de "castigo divino" debido al estilo de vida """pecaminoso""" de este colectivo (no hay comillas suficientes en el mundo, de verdad). Este tema en concreto no se trata en el relato en sí, pero yo, desde mi experiencia personal y teniendo conocimientos sobre educación sexual, no pude evitar relacionar los conceptos. Al fin y al cabo, esta pandemia real también sirvió de excusa a grupos extremistas y religiosos para demonizar lo desconocido, en este caso, la homosexualidad. Sé que este tema puede ser delicado para algunas personas, pero no quería dejar de mencionarlo porque considero que la invisibilización del problema es, precisamente, parte del problema.

    Repito que esta es una interpretación personal derivada de mi experiencia (que para algo llamé a este apartado "Valoración personal"), y que, aunque el relato tenga un mensaje anti discriminatorio y en contra de la LGTBfobia, no habla en ningún momento sobre ETS de ningún tipo. Sin embargo, desde una perspectiva constructivista de la literatura, es tan importante el mensaje del autor como la interpretación del lector, que son tantas como lectores hayan leído una obra, y todas ellas son válidas. Pero es que incluso una relectura de una misma obra va a generar una interpretación distinta, porque, al encontrarnos en un momento distinto de nuestra vida, ya no somos los mismos: tenemos más experiencias, más conocimientos y otras opiniones. 

    Lo que intento decir con todo esto es que, si tienes una interpretación distinta del relato, está genial, y te invito a que la compartas en los comentarios. Yo personalmente tuve la gran oportunidad de intercambiar puntos de vista con el mismísimo autor y creo que ha sido una experiencia de aprendizaje súper enriquecedora, así que agradecería mucho que compartierais vuestras opiniones en los comentarios, y así enriquecer entre todos esta reseña de una forma más activa e interactiva.

    Pero volviendo ya al tema que nos ocupa en la reseña, más allá de la protesta social, Pandemia Lupina me ha gustado por su intensa historia de amor prohibido y peligroso en una sociedad distópica. Una tragedia súper recomendada que no dejará a nadie indiferente (esa frase suena muy a reseña de periódico... Is that a thing? XD). En fin, que me ha gustado mucho y seguro que a vosotros también.

 

 

miércoles, 31 de marzo de 2021

Rakso Reseña: El síndrome Mozart de Gonzalo Moure


 

El síndrome Mozart de Gonzalo Moure

Ficha técnica

Título: El síndrome Mozart

Autor: Gonzalo Moure

Editorial: Ediciones SM

Año: 2003

Colección: Los libros de Gonzalo

Páginas: 159 + autobiografía y entrevista al autor (depende de la edición)

Edad: a partir de los 12 años

"Pobre Mozart... Él tampoco disfrutó mucho de la vida, ni de la belleza. Pero usó su vida, descubrió belleza"

Reseña

De vacaciones en un pueblo de Asturias, Irene conoce a Tomi, un chico muy especial con un síndrome que lo convierte en un genio para la música, el mismo que en su día pudo tener el afamado W. A. Mozart. Tomi le enseñará a Irene una forma completamente nueva de vivir la música, y la hará reencontrarse con su instrumento. Pero la joven sospecha que su padre, el gran analista, esconde unas oscuras intenciones al rededor de Tomi, y debe andar con pies de plomo si quiere proteger a su nuevo amigo.

El autor de novelas como Palabras de Caramelo o Los caballos de mi tío no decepciona con esta otra entrega llena de música y amor. Y aunque ya tiene sus años, no se pasa de moda (digo la obra, no Gonzalo Moure). Emplea una narración con un lenguaje poético, casi lírico, como si realmente fuese una obra musical y no literaria.

Sin embargo, como no hay luz sin oscuridad, también debo hacer una crítica importante al libro: la romantización de las personas con síndrome de Williams. Aunque estoy seguro de la buena intención de Gonzalo Moure al retratar en su novela a un personaje con este síndrome, no toda la representación es buena. Al acabar el libro, uno tiene la idea de que las personas con síndrome de Williams son inocentes, dulces, amables... ¡como angelitos caídos del cielo con un harpa bajo el brazo! Y nada más lejos de la realidad, un síndrome no define nuestra personalidad. Es verdad que existen ciertos rasgos comunes, pero sólo es una característica más, no una parte de su personalidad.

Además, en varias ocasiones Irene se refiere a la condición de Tomi como una "enfermedad". ¡Diablos, señorita! El propio nombre lo dice, más claro agua: ¡un síndrome no es una enfermedad! Pero bueno, entiendo que esto se debe a la ignorancia de Irene, la protagonista, y no a la del autor.

A pesar de esta crítica, lo cierto es que este libro me ha llegado al alma (otra vez, ya que es una relectura). Realmente te ayuda a reflexionar sobre muchos temas, como la amistad o el amor, y en especial la música, aunque no hace falta tener un título de conservatorio para disfrutar de este libro. En definitiva, os recomiendo esta novela si os gustan las historias románticas, pero un poco diferentes... ¡Ah! Y si habéis leído Your lie in April (manga de Naoshi Arakawa) y tenéis ganas de más, también os puede gustar.

Análisis de la obra

¡Aviso a navegantes! Voy a intentar (intentar) que este análisis sea spoiler free... ¡Pero no prometo nada! Así que luego no me vengáis llorando en los comentarios. O sí, así alguien comentará algo...

El síndrome Mozart nos habla, inevitablemente, de música (duh!). Pero ojo, no es lo mismo escuchar música que hacerla... si lo sabré yo... Para los músicos, la música es como una rosa con espinas, si quieres cogerla, sabes que te vas a pinchar. De hecho, esta metáfora es muy acertada ya que el libro comienza con Irene limpiándose la sangre de los dedos después de un largo ensayo de violín. (Consejo: por favor, no ensayéis hasta que os sangren los dedos, no es sano).

Gonzalo Moure explora en esta novela las dos caras de la música a través de sus personajes, y del mismo modo trata el tema del amor, que a su vez tiene dos (o más) vertientes: el amor romántico, el de la amistad, el que sentimos por nuestra familia... Y también ese amor misterioso al que no sabemos clasificar, pero sabemos que es amor. Aunque si Tomi leyese esto diría que me estoy complicando la vida, que el amor es amor y punto. En la obra se hace una comparación entre el amor y la música, aquello que no es necesario explicar con palabras (y yo aquí perdiendo el tiempo, sabes).

Por supuesto, también tenemos que hablar que diversidad, aunque lo dicho, no es la mejor representación que podemos tener. Y ahora os estaréis preguntando: "Rakso, ¿qué narices es el síndrome de Williams?" Pues, a grandes rasgos... esto... veamos... *abre Google* 

No, a ver XD. El síndrome de Williams tiene muchísimos síntomas, desde un retraso del desarrollo de leve a moderado, hasta el encorvamiento del dedo meñique (aunque a Tomi no se le nota cuando toca el violín). Pero lo que nos importa aquí es su gran habilidad musical, que se irá desvelando a lo largo de la novela, junto a otros síntomas.

Personajes

 Irene

"Tengo diecisiete años, y aún no he nacido, y quiero nacer, aunque sea con diecisiete años de retraso" 

El personaje principal de toda la obra es Irene (o sea, es la protagonista). Pero es muy curioso como el resto de personajes están construidos a su alrededor, como un sistema planetario en el que ella es el sol. E Irene se siente sola e insegura, por eso necesita a todos y cada uno de sus planetas orbitando a su alrededor, aunque lo niegue, aunque a veces lleguen a estresarla...  En primer lugar tenemos a Yarchik y a Tesa, que son a su vez personajes sombra. Esto es, que uno es el contrario del otro. ¿Recordáis cuando dije que Gonzalo Moure explora las dos caras de la música a través de sus personajes? Pues a esto me refería. ¡Es que yo no doy puntada sin hilo!

¿Conocéis la película de Kuzko, El Emperador y sus Locuras? Pues podríamos decir que Yarchik y Tesa son el angelito y el demonio que le aparecen a Kronk en los hombros para aconsejarle. Son la voz de la conciencia de Irene. De hecho, ni siquiera aparecen en persona durante la trama principal de la novela, sólo en flashbacks. Irene se comunicará con ellos a través de medios telemáticos, que también tienen su significación: a Yarchik le escribe correos, que es un medio más "romántico" y reflexivo; mientras que con Tesa usa el teléfono, que requiere más inmediatez e impulsividad al tener que usar el lenguaje oral. Parecen tonterías, sí, pero son estos pequeños detalles los que pueden marcar la diferencia entre una novela normal y una brillante.

Yarchik

  "Pero la música es algo más: es la explicación de lo que no necesita explicación" 

Yarchik representa la música clásica, la belleza, la alta cultura, la naturaleza... Es un chico español de origen ucraniano, violinista como Irene, con una personalidad muy curiosa. Muchos dirían que es muy maduro para su edad, quizás demasiado. Yo digo, honestamente, que subestiman la madurez de los adolescentes. Y es que no hace falta escuchar música clásica ni leer a Góngora para ser una persona culta. Además, este tipo de personajes adolescentes tan existencialistas me parecen un pelín... irreales... O sea, Yarchik parece la reencarnación de Platón. Pero ojo, no estoy diciendo que no puedan existir personas así. De hecho, Gonzalo Moure nos cuenta en una entrevista que este personaje está basado en un chico real. Sólo opino que no todos los adolescentes parecen sacados de una novela de John Green (de lo que ya hablaré otro día), y, como contraejemplo tenemos a Tesa.

Tesa

"el piano te asfixia, chica. Aléjate de él, o te enterrarán en un piano"

Tesa es la completa antítesis de Yarchik. Representa la música rock, los ambientes alternativos, la urbanidad, la dureza, la impulsividad, el inconformismo... Es una chica punk que piensa en chicos y en viajar, tiene las cosas muy claras y todo lo que quiere lo consigue. Es muy echada pa'lante, y eso también influye en Irene. Nuestra protagonista es tan indecisa que Tesa la apoda como la "señorita Sí pero No". Irene, acostumbrada a hacer siempre lo que sus padres le decían, se dejará aconsejar por esta nueva amiga. A pesar de que Irene diga en varias ocasiones que ya no le cae bien Tesa, todavía conserva los discos y cintas que le regaló. Es decir, sea cual sea su relación actualmente, ya ha dejado huella.

Tomi

"Leer, no, pero me gustaría escribir música. Para que te la llevaras. ¡Tú no recuerdas la música como yo!"

Irene ahora está sola, en un entorno desconocido y nuevo para ella, y por muchos consejos que pida a sus amigos, esta vez debe ser ella quien tome las decisiones importantes. Decisiones que aún encima no sólo afectan a ella, sino también a Tomi, ya que puede cambiar su vida de forma muy drástica. Él, el chico con síndrome de Williams, curiosamente va a ser quien cure a Irene del síndrome Mozart. ¿Que qué es el síndrome Mozart? Pues en realidad no existe tal síndrome, es una especie de metáfora que se inventa la propia Irene. Mozart fue un niño prodigio al que le arrebataron la infancia, e Irene siempre estuvo expuesta a las altas expectativas de sus padres que nunca fue capaz de cumplir. Si sigue tocando el violín, es por miedo a decepcionarlos (en un ámbito educativo diríamos que tiene una meta de aprendizaje evasiva, pero no me voy a poner técnico ahora).

Pongámoslo así: Tesa vive la música desde fuera, sólo la escucha; Yárchik hace música, la disfruta; Irene la sufre; y Tomi, Tomi vive la música. Él no hace música, la descubre, vive en su interior, la música en su naturaleza más pura. Que quede claro que esto son reflexiones de Irene, y aunque queda bonito en el papel, la realidad no es tan poética. Es cierto que los niños con síndrome de Williams tienen una habilidad musical por encima de la media y se puede potenciar muchísimo, pero lo de "resucitar a Mozart" quizás les queda un poco grande... De hecho, es lo que pretende evitar Irene, que Tomi padezca el síndrome Mozart,

Personajes secundarios

Y esto nos lleva a hablar de otros dos personajes, los padres de Irene. Comenzando por su madre, esta pieza brilla más por su ausencia que por su presencia (y esto no es malo, de hecho hay personajes que son mucho más valiosos fuera de cámara, como la señorita Belle de las Supernenas). No queda claro si la madre de Irene es en realidad su madrastra o qué demonios pasa ahí, pero no le gusta que su hija la llame mamá. La relación entre ellas dos es fría y lejana, y esto va a tener relevancia en el futuro. Su padre, por otra parte, es un psicoanalísta sin moral a ojos de su hija. Desde un primer momento, Irene va a ver en él un gran peligro para Tomi, al que siente que debe proteger a toda costa, aunque esto signifique tener que mentirle a sus padres.

En contraposición, tenemos a la madre de Tomi, una mujer cariñosa, cercana, amable... De nuevo observamos una dicotomía: Yarchik y Tesa; Tomi e Irene; las dos caras de la música... y ahora los pares de Irene respecto a la madre de Tomi. ¡Este libro podría resumirse en una moneda de dos caras! Es una madre en toda regla, preocupada por su hijo, pero alegre de poder verlo feliz. A su vez, también realiza en cierto modo el papel de madre de Irene, ya que la suya es mucho más distante. De hecho, la protagonista confiesa sentir celos de la relación que Tomi tiene con su madre. Ella no es sobreprotectora, como lo suelen ser los padres de niños con algún tipo de síndrome. Ella le da libertad a su hijo, pero lo protege desde la distancia, y aunque le encantaría poder tenerlo siempre cerca, sabe que algún día echará a volar. Y ese día se sentirá orgullosa de su hijo.

Recursos literarios

 Ya he hablado un poco por encima de los símbolos de la música y el amor, los personaje sombra... y podría seguir hablado de alegorías a las teorías filosóficas de Platón en las ideas de Yarchik sobre la naturaleza y la división de la sociedad en cerdos y jabalíes (que, por cierto, me parece súper clasista). Sin embargo, lo que voy a hacer es centrarme en lo que más me ha llamado la atención de la novela, que es la narración. Gonzalo Moure emplea en El síndrome Mozart una técnica narrativa que nunca había visto antes, y si le tuviese que dar un nombre sería este: la narración contrapuntística.

La novela tiene una estructura circular (acaba en el mismo punto en el que comienza) y mezcla dos tipos de narradores: un narrador en primera persona, personificado por la protagonista a través de una especie de diario; y otro en tercera persona, a modo de flashbacks, que suceden cuando Irene rememora ciertas escenas a la vez que escribe en su cuaderno. Es más, todo el texto en sí es una especie de gran flashback en el que Irene escribe actos que ya han sucedido en el pasado próximo, y acaba con una declaración de intenciones sobre el futuro. Es decir, tiene un final abierto de par en par, como tanto le gustan a Gonzalo Moure.

Y diréis: Rakso, mezclar estos dos narradores es completamente normal. Y es verdad, pero lo original es cómo cambia de uno a otro, es decir, los enlaces. Y es que la última frase de Irene escribiendo en su cuaderno antes de que se suceda el flashback es la primera frase del narrador en tercera persona, y viceversa. De esta forma no hay cortes, ni siquiera hay cambios de capítulos (es más, ni sabría decir si este libro tiene capítulos, en el sentido clásico de la palabra). Si fuese una película, no habría fundidos a negro para cambiar de escenas, sino que una escena se solaparía encima de otra durante unos segundos, y esa es la sensación que nos deja esta técnica.

¿Por qué técnica contrapuntística? El contrapunto en realidad es una palabra del ámbito musical. En las canciones pop actuales existe una melodía principal (que normalmente es lo que cantamos) que es acompañada por un acompañamiento (valga la redundancia). A veces puede haber dos melodías, pero está claro que una es la principal y la otra sólo está acompañando de forma secundaria. No es así en el contrapunto, donde encontramos dos melodías que tienen exactamente la misma importancia, y se van  turnando el foco principal en una especie de conversación, o hablan a la vez sin taparse la una a la otra. Irene y Tomi interpretan algunas improvisaciones que incluso podríamos clasificar en la técnica del contrapunto. ¿Adivináis que otro compositor clásico destacó por componer obras contrapuntísticas? Una pista: está en el título del libro. Gonzalo Moure aplica esta técnica en la literatura de una forma, a mi parecer, brillante.

Valoración personal

No me gusta cerrar ninguna reseña sin dejar un pedacito de mí en ella, y lo de puntuar las obras del uno al diez o con estrellas no me gusta demasiado... Es decir ¿cuál es el criterio? ¿la calidad literaria? ¿el gusto personal? Me parece una forma muy subjetiva de valorar, y por eso prefiero expresarme directamente con palabras. El caso es que esta obra falla a la hora de representar fielmente la realidad de los niños con síndrome de Williams, pero eso no me ha impedido disfrutarla hasta el máximo. Además, el final le da un significado algo distinto, aunque creo que depende más de la interpretación que le de cada uno... (y no diré nada más, si queréis saber de qué hablo, os leéis el libro. ¡Ala!)

Lo cierto es que siendo yo un amante de la literatura y de la música, sentía como si este libro me hablase a mí. Como músico, muchas veces me he sentido frustrado, pensando que mis habilidades no mejoran y que nunca seré lo suficientemente bueno. Sin embargo, no hace falta tocar un instrumento para poder identificarse con este sentimiento. Da igual a lo que te dediques, seguro que en algún momento te has sentido estancado como Irene (cofcof síndrome del impostor cofcof). El síndrome Mozart nos quiere enseñar a disfrutar de nuestras pasiones, no a sufrir con ellas; a no rayarnos demasiado con nuestras preocupaciones y aprender a ver la vida desde una perspectiva más simple, con los ojos de Tomi.

"las cosas más sencillas son siempre las más difíciles de encontrar"