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viernes, 11 de septiembre de 2020

Rakso Educa: Vuelta al cole en tiempos de COVID

 

Imagen de Annmariephotography en Pixbay

 It's the most wonderful time of the year... En realidad llego bastante tarde, teniendo en cuenta que ya empezaron las clases la mayoría del alumnado de Primaria, así que... seré breve. Hoy os traigo cinco consejos para una vuelta al cole segura:

 

1. Establece una rutina estable

Puede parecer que estoy siendo algo pesado con esto de la rutina, pero es que es muy importante, ya no sólo en tiempos de COVID-19 sino en general. En verano, nuestra rutina cambia, es más flexible y, a veces, directamente, desaparece. Durante el curso, no nos podemos permitir eses lujos. Las clases empiezan y acaban siempre a la misma hora, tenemos un horario para comer, clases extraescolares, etc. Tenemos que movernos según ese horario. Mi recomendación es que, a los que aún les queda algo de tiempo antes de volver al cole, empecéis ya ahora a adaptaros a la rutina del curso de forma progresiva. Esto es, si os estáis levantando a las nueve en vacaciones pero os tenéis que despertar a las siete durante el curso, no saltéis directamente de nueve a siete. Primero empezad por las ocho y media, las ocho,... y así hasta las siete. Esto os va a ayudar a levantaros el primer día de clase con más energía, porque le habéis dado tiempo a vuestro cerebro a acostumbrarse a madrugar.

A la gente no le suele gustar la rutina porque lo asocia con aburrimiento, con hacer lo mismo todos los días. Y nada más lejos de la realidad, podemos estudiar siempre a la misma hora, ¡pero no estudiamos siempre lo mismo! Además, tenemos que dejar siempre hueco para el descanso y las actividades lúdicas, súper importantes y necesarias para poder desconectar y darle una pausa a nuestro cerebro. Seguro que todavía hay gente que no está muy convencida, pero de verdad que una rutina estable acostumbrará a vuestro cuerpo a estar activo en las horas que debería, y a apagarse en las horas de sueño, por lo que seréis mucho más productivos, estudiaréis mejor, atenderéis mejor en clase y os sentiréis más realizados.


2. Añade un ordenador portátil a la lista de materiales

(Obviamente, si ya tenías uno, no necesitas otro). Un ordenador no va a ser sólo necesario para las clases online, que no todos vamos a tener. Por culpa del COVID-19, los contactos entre alumnado y profesorado han de ser mínimos. Esto significa que no vamos a poder entregar trabajos en formato físico, ni los maestros de Primaria podrán pedir las libretas a sus alumnos. Todo esto no va a desaparecer, sino que se va a transformar. En vez de tener una libreta, los niños pueden tener una carpeta compartida en Drive con el profesor; los trabajos en grupo, para evitar contactos, se pueden hacer online; en vez de salir a la pizarra, podemos usar una pizarra online interactiva... Si esta pandemia tiene algo bueno es que hemos avanzado en el campo de las TIC en la educación lo que no habíamos avanzado en años. Durante el confinamiento, muchos maestros que no tenían ni idea de como se encendía un ordenador han aprendido en un tiempo record a hacer videollamadas, mandar tareas por el aula virtual, programar actividades digitales, ¡y mucho más!

Sé que las familias con hijos de Primaria ya se tienen que gastar un riñón en libros de texto, y un ordenador supone un gasto a mayores que muchas no pueden asumir. Sin embargo, en estos tiempos un ordenador creo que es necesario, y no tiene que ser el más caro del comercio. Para el alumnado de Primaria, bastaría simplemente con un netbook, una especie de ordenador portátil menos potente (y más barato), con el que igual no puede jugar al Minecraft, pero que le llega y le sobra para las tareas de clase. Una tablet también podría ser una opción, y suelen ser también más económicas, pero en el colegio suelen trabajar con ordenadores, por lo que en casa pueden pedirles tareas que sean muy difíciles de realizar en tablet, ¡o directamente imposibles! Sin ir más lejos, hay muchas aulas virtuales que todavía no se han adaptado a dispositivos móviles. Por eso yo recomiendo un ordenador portátil, pero sí sería una buena idea comprar tablet en las familias con varios hermanos. Mientras uno usa el ordenador para una tarea que lo necesite, los otros pueden usar tablets e ir turnando los dispositivos.


3. Lee los protocolos de prevención del COVID-19

Cuando llegues a tu centro de estudios, te vas a encontrar con carteles informativos que te dirán, más o menos, lo que tienes que hacer. Pero nunca está de más echarle un ojo a los protocolos, que a estas alturas deberían estar colgados en las páginas web de los centros. Así, puedes ir un paso por delante y agilizar los procesos de entrada y salida del centro, las aulas, los pasillos,... sin tener que mirar un cartelito y generando aglomeraciones.

A los niños de Primaria e Infantil conocer estas medidas de seguridad les hará sentir más tranquilos. Es normal que estén nerviosos, ya no sólo por el primer día de clase, sino por la situación por la que estamos pasando. Y es que estas nuevas medidas tienen muy poco o nada en cuenta el impacto psicológico que puedan tener en el alumnado. ¡¿Os imagináis a un niño con síntomas compatibles con el COVID-19, al que sacan de clase y lo llevan a un aula apartada, vacía, él sólo y muerto de miedo?! Además, la completa incertidumbre de como será el primer día les intranquiliza aún más.

Una buena idea para enseñarles los protocolos de su centro sin tener que leerles el BOE es hacer un juego de roles en casa. Imaginaos que en el centro ficticio de mi ficticia hija todo el alumnado debe echarse gel hidroalcohólico antes de entrar a las aulas. Si ese fuese el caso, nos imaginaríamos que su habitación es su aula, y antes de entrar nos echaríamos, imaginariamente, el gel en las manos. Y así con todas las medidas. Saber lo que tienen que hacer en cada caso les dará más seguridad a la hora de ir a clase.

Me gustaría, además, incidir en un tema importante: las mascarillas. Si en algún momento os las dejan quitar, por ejemplo, a la hora de la merienda, ¡no las dejéis encima de las mesas! Y eso va por todos, que en las terrazas de los bares he visto muchas ya. Meterlas en el bolsillo tampoco es una buena opción. Lo mejor es comprar un portamascarillas, una especie de cajitas de plástico que venden en las farmacias por 3€ o menos. Sino, también puedes crearlos tú, que hay tutoriales en Youtube por un tubo.


4. Usa un método de planificación

Igual que con la rutina, soy muy pesado con la planificación. Pero, al igual que la rutina, esto es muy importante. A los niños de Primaria ya se les enseña a usar una agenda, y de mayores muchos la siguen utilizando porque es un método muy efectivo de organización. Yo uso una Bullet Journal, que es como una agenda personalizada y adaptada a las necesidades de cada uno. También está el Get Things Done y muchos otros métodos más. Tienes que encontrar el que se adapta a ti y hacerlo tuyo para que te funcione.

¿Por que es tan importante? En primer lugar, para organizarnos mejor. Seamos sinceros, no te puedes fiar de tu memoria, y ella lo sabe. Por eso, cuando tienes algo súper importante que quieres recordar, tu cerebro te lo estará repitiendo constantemente. Esto implica estar gastando energía en ese recuerdo y no en lo que deberías hacer, lo cual genera cansancio y estrés. Si lo apuntas, tu mente puede descansar y centrarse en otras cosas, porque sabe que, aunque se olvide, se acordará al ver de nuevo la nota que dejó escrita. Esto es una gran ayuda para recordar múltiples tareas, fechas de entrega, exámenes, etc.

En segundo lugar, nos dará una perspectiva de los problemas más global y despejada. A mí me resulta muy útil esta característica en épocas de exámenes, cuando tenemos tantas cosas por estudiar que parece casi imposible. Sin embargo, cuando lo tienes todo escrito y planificado, lo ves de otra manera, y abordas el estudio más relajado. Es como una obra puntillista: si la miras muy de cerca, sólo ves una maraña de puntos, pero, si te alejas, verás la obra al completo y, de repente, esos puntos aleatorios cobrarán un sentido. Por supuesto, tú puedes usar el método que más se adapte a ti. No obstante, si aún no lo has encontrado, te alegrará saber que estoy preparando una entrada sobre como empezar una Bullet Journal, un método muy flexible que te recomiendo probar.


5. Cuida tu salud mental

Parece que en estos momentos lo único que importa es no pillar el COVID-19, y estamos descuidando nuestra mente. En este punto quiero hablar sobre el miedo a ir a clase. Porque es muy distinto que tu hijo te diga "no quiero ir a clase, me aburro", a que diga "no quiero ir a clase, tengo miedo". Y es natural tener miedo, porque cada día en las noticias vemos casos de centros que han tenido que cerrar porque ha fallado el protocolo de prevención. El COVID-19 mata, y todos tenemos miedo a la muerte. Los niños aún más, porque los adultos les ocultamos esa parte con mentiras piadosas que al final hacen más daño que la verdad.

Si tú, estudiante adulto, tienes miedo de ir a clase, recuerda que las medidas de seguridad están ahí para protegernos. Cumple los protocolos y vela porque los que estén a tu alrededor también lo hagan, y estarás seguro. ¿Seguro al 100%? No, al igual que un preservativo no evita la transmisión de ETS en un 100%, o que la única tasa de alcohol segura a la hora de conducir es 0. Pero no podemos dejar que la paranoia se apodere de nosotros, ¡sino directamente no saldríamos a la calle por miedo a que nos cayese una maceta de un balcón en la cabeza! Hay que ser precavidos, pero andar con seguridad. Ahora bien, sé que para muchas personas esto no es fácil, ya no sólo a aquellas con casos de hipocondría, sino a muchas otras. Por eso, no dudéis en buscar ayuda psicológica profesional si la necesitáis. no es ninguna vergüenza ir al psicólogo, es síntoma de que os preocupáis por vuestra salud mental y os la tomáis en serio.

Si tu hijo o hija en edad de escolarización tiene miedo de ir a clase, lo primero, ¡no te lo tomes a coña! Es un problema serio, y siempre debemos tener en consideración los sentimientos de nuestros hijos, en cualquier circunstancia. Si se da el caso de que tu hijo tiene miedo de ir a clase a causa del COVID-19, la mejor forma de educar es el ejemplo. El niño tiene que ver que sus padres salen seguros de casa y se van a trabajar, y están tranquilos, siempre y cuando cumplan las normas de seguridad, que están ahí para protegernos. Si el miedo continúa, es una buena idea hablar con su tutor e incluso con el orientador del centro, que debería estar preparado para tratar estos casos de forma más profesional (digo debería, porque hay cada uno...) Si el orientador, o vosotros mismos, veis que el miedo de vuestro hijo no mejora, de nuevo, no dudéis en buscar ayuda psicológica profesional, que sabrá como actuar mucho mejor que vosotros, que el profesorado y que yo.

 

No tengo nada más que decir a parte de perdón por la tardanza 😅. Pretendía tener esta entrada lista mucho antes, pero me despisté un poco con las fechas... De todas formas, espero que os sirva esta información. Como siempre, os invito a dejarme en la caja de comentarios si os son útiles estos cinco consejos, si vais a aplicar alguno de ellos, si hacéis algo distinto, si creéis que no he dicho algo que merezca la pena mencionar y si ya habéis empezado las clases, qué tal lo estáis llevando.

Si os gusta mi contenido, ¡podéis seguirme para no perderos ninguna entrada! Sólo tenéis que darle a Seguir, arriba en la columna de la derecha (el botoncito azul). Si os es más fácil, en mi Twitter @LiteratoRakso también os mantendré al tanto de las novedades que voy subiendo al blog, además de muchas otras cosas. ¡Si os interesa el método de la Bullet Journal, estaos al 🦜!

Yo me despido ya.

¡Hasta la semana que viene! 😺

 

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