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domingo, 28 de junio de 2020

Rakso Analiza: Cómo escribir personajes LGBT


I want to break free - Queen


Hoy, 28 de junio de 2020, se celebra el día mundial del orgullo LGBT, y como conmemoración me gustaría escribir sobre el tema en este blog. Mi idea inicial era comentar la representación de la comunidad en la literatura española a lo largo del tiempo, pero al comenzar mi investigación me di cuenta de que iba a necesitar algo más de una semana para poder redactar algo decente. No he descartado la idea ya que a mí mismo me interesa este tema, pero para poder publicar una entrada el día de hoy, he decidido hablaros sobre la construcción de personajes LGBT en las obras literarias. También comentaré por qué tu obra necesita representación LGBT si quieres que sea buena. Si, he dicho necesita, es de obligado cumplimiento; y no, no estoy loco ni trabajo para la "dictadura progre". Si te interesa el tema, sigue leyendo.

Antes de nada, me gustaría recalcar que a día de hoy sigo aprendiendo a crear personajes. No soy un escritor profesional, así que tampoco os toméis esto como "la súper guía suprema para crear personajes LGBT y no ofender a nadie". Son más bien una serie de consejos que yo, como escritor aficionado y hombre homosexual, siento que os pueden ayudar. Soy consciente de que a veces a los escritores les da miedo incluír personajes no heteros por si su obra acaba convertida en un panfleto de propaganda sin calidad, o de hacerlo mal y ofender a algún colectivo sin querer. Mi intención con esta entrada es ayudar a esta gente a eliminar sus dudas y a atreverse a ser más inclusivos y poder escribir con más seguridad, sin miedo a equivocarse. También verán como, a su vez, la calidad de su obra mejora considerablemente. Y entiendo que a las personas del colectivo LGBT nos resulta mucho más fácil la creación de personajes que nos representen, pero creo que nunca está de más hacernos una revisión introspectiva en busca de creencias homofóbicas. ¡Puede que te lleves una sorpresa!

Para explicar cómo se ha de crear un personaje LGBT, antes voy a ilustrar cómo no se debe, y el mejor ejemplo que se me viene ahora mismo a la cabeza y que todo el mundo podrá reconocer es el de Modern Family. La pareja homosexual de esta serie está formada por Mitchell Pritchett, un hombre serio y centrado, licenciado en Derecho por la Universidad de Columbia; y Cameron Tucker (Cam), una persona muy excéntrica, extrovertida y muy sensible. Más tarde se incorporaría a la unidad familiar Lily Tucker, una niña vietnamita adoptada.

Hasta aquí todo bien, ¿no? Pues no. Fijémonos un poco más en las personalidades de ambos. Un hombre serio y con estudios de derecho que sale cada día a trabajar; y otro sensible, extravagante, con estudios artísticos y que aún encima se queda en casa cuidando a los hijos. Ahora cambiemos a Cameron por una mujer. Exacto, esta pareja  homosexual no hace más que reproducir los roles de género de cualquier otra pareja hetero. De hecho, es prácticamente una pareja hetero. Si bien de vez en cuando nos dan una sorpresa-como que a Cameron le gusta el deporte-el arquetipo de ambos personajes está cargado de estereotipos.

Pero si este ejemplo no os llega, o no lo veis tan claro, hay muchos casos en los que sucede esto mismo en las obras yaoi. Para quien no controle este tema, el yaoi es un género de animación y manga japonés de estilo romántico con una pareja gay como protagonista. Sin embargo, existen dos arquetipos de personaje en este caso: el seme, alto, fuerte, ojos pequeños, rasgos filosos y de personalidad fría; y el uke, bajito, "kawaii", de ojos grandes, trazos redondeados y personalidad sensible y, por qué no, femenina. No me quiero entretener más con este género porque le quiero dedicar una entrada en exclusiva. Sólo decir que, como en el caso de Modern Family, se fomentan los roles de género machistas que llevamos viendo en la literatura durante años.

El problema aquí es doble, ya que por un lado se considera que una pareja homosexual ha de cumplir con los roles heteronormativos (la famosa pregunta de "¿quién es el hombre y quién la mujer?"); y, del mismo modo, repite las conductas tóxicas que ya creíamos superadas, o que por lo menos las relaciones heterosexuales en la ficción parecían demostrarlo. Entonces, ¿por qué es diferente con la comunidad LGBT? La respuesta es sencilla. La orientación hetero ha evolucionado sin restricciones, y los roles de género se han ido difuminando con el paso del tiempo (aunque aún queda mucho por barrer). Sin embargo, la gente LGBT siempre ha estado reprimida por la sociedad y la política, y eso ha ayudado a generar una especie de leyenda negra contra la misma. Aún en países como España, supuestamente avanzados en este tema, existen estereotipos y prejuicios, además de un numeroso grupo de personas que alimentan las llamas de la homofobia. Por esto decimos que todavía estamos muy lejos de la igualdad.

Volviendo con el tema principal, un personaje LGBT bien escrito será aquel que esté depurado de estereotipos y prejuícios. La mejor forma de hacerlo, en todo caso, será hacer como con el COVID-19: asume que los tienes e investiga para evitarlos. Ahora bien, los estereotipos tampoco son falsos. Son un ejemplo de la realidad, pero simplificada y muy generalizada. Por ejemplo, que los hombres gay son más ordenados que los hetero es un estereotipo, pero claro que existen hombres gay ordenados. Al igual que las mujeres lesbianas son deportistas, pues no tiene por qué, pero muchas sí lo son. Por lo tanto, la cuestión no es huír de los estereotipos, sino ser conscientes de que la sexualidad de una persona no define su personalidad. Así que, antes de nada, construye a un personaje profundo y circular, y luego, en cuanto tengas su personalidad definida, ya pensarás en si le gusta la carne o el pescado.

Me parece relevante en este punto diferenciar la personalidad del personaje de las vivencias del mismo, su historia de vida, la cual sí está influenciada por su orientación sexual. Por ejemplo, una persona transgénero seguramente haya sufrido episodios de transfobia, pero esto, al contrario de lo que se piensa, no define la personalidad. Más bien es la revés, según la personalidad de nuestro personaje, su experiencia vital se traducirá en unas consecuencias u otras. Siguiendo con el ejemplo de la transfobia, una personalidad sensible podría acabar con depresión, pero una optimista quizás es capaz de empoderarse y enfrentarse a sus abusones. Recapitulando, la personalidad viene definida de antemano, las experiencias vitales sólo la reafirman. Aspectos como la orientación sexual sí inciden sobre las experiencias, pero nunca sobre la personalidad.

Otra cosa que, personalmente, me cabrea mucho, es la utilización de la homosexualidad como pinkwashing, es decir, meter personajes LGBT para parecer más inclusivos. Todo personaje ha de tener una función en nuestra historia, sea protagonista, antagonista, co-protagonista, ídolo, héroe,... ¡Morir puede ser una función de un personaje! Pero, por la misma razón de que la sexualidad no define a la persona, la función de un personaje nunca puede ser "ser gay". O sea, sí puede, pero será un personaje mal diseñado y poco creíble (véase la pareja homosexual de Modern Family, cuya función en la serie es "ser la pareja homosexual").


Ahora bien, ¿necesita tu obra literaria tener representación LGBT? Definitivamente, si. ¿Por qué? Pues porque ocultar la existencia de dicha comunidad sería como decir que el cielo no es azul. Estas personas existen, y si quieres que tu obra sea realista y creíble, deberían aparecer personajes LGBT creíbles. Vale, es verdad que puede haber excepciones, porque si tu obra se centra en la vida de cuatro ancianos en un asilo, por ejemplo, quizás la historia esté tan focalizada que nunca se econtrarán con personajes LGBT. Sin embargo, si tu obra trata sobre todos los ancianos de una residencia, lo raro sería que ninguno fuese trans, o homosexual, o asexual, etc.

¿Y si tu obra fuese de fantasía? ¿Podrías justificar la ausencia de personajes LGBT diciendo que en tu mundo ficticio no existen? Bueno, técnicamente sí, pero, chico, se te ve la homofobia. Todos sabemos que las obras fantásticas se inspiran en la realidad, y contienen mensajes que inciden en la misma. Así que, antes de hacer eso, piénsatelo dos veces. Ficción y realidad van cogidas de la mano.

Por último, si todavía tienes dudas sobre cómo crear este tipo de personajes, siempre puedes inspirarte en otras obras literarias con representación LGBT buena, como Hora de Aventuras, Clarence, Steven Universe, El mundo de Craig... La verdad es que Cartoon Network lo está haciendo genial. Además, me comentan que The last of us parte II también está fenomenal, aunque no he tenido la oportunidad de jugarlo yo mismo. Igualmente, libros de literatura infantil como Titiritesa también son estupendos ejemplos. Tampoco dudes en preguntar tus dudas a personas del colecivo, como yo mismo, que estaremos encantados de contestarte, aquí en los comentarios, por ejemplo.


Espero que estos consejos os hayan inspirado alguna que otra historia y os sirvan en vuestras futuras obras, no solo a la hora de escribir personajes LGBT, sino cualquier personaje. Repito, no son reglas de oro, son consejos, pero considero que son bastante fiables. De todas formas, si crees que me he dejado algo en el tintero, o que quizás he metido la pata en algún aspecto, déjamelo en los comentarios. Todos, incluído yo, podemos aprender de todos, siempre desde el respeto mútuo.

Esto es todo por hoy. Espero poder escribir una entrada cada semana, por lo menos durante las vacaciones de verano. En cuanto empiece el curso se me hará todo más difícil pero tampoco pienso abandonar el blog. La semana que viene, si todo marcha bien, subiré la segunda parte de esta entrada en la que hablaré sobre la representación LGBT en la literatura española a lo largo de la historia. Si os interesa este contenido, podéis suscribiros al blog Rakso Literato. Os diría como, pero no tengo ni idea de como se usa esta plataforma. No sé, habrá un botón por algún lado, creo. Buscad y me decís.

Rakso se despide.

¡Nya! 😸






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