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¡Muy buenas, mis queridas y queridos lectores! Sí, he vuelto, y no con las manos vacías. Como ya os habréis dado cuenta, el 2020 ha llegado a su fin. Ha sido un año duro para todo el mundo, por distintas circunstancias, pero la pandemia global a estado presente en todas ellas. Durante los tiempos de confinamiento, la literatura ha sido una vía de escape para muchas personas, e igual que a los ratoncitos de Frederick (álbum ilustrado de Leo Lionni), nos ayudó a sobrellevar los momentos más difíciles.
Si algo bueno ha tenido este año, por lo tanto, es resaltar la importancia de la literatura en nuestras vidas. El año nuevo trae consigo nuevas esperanzas, pero sería un error pensar que lo que queda ya es una línea recta cuesta abajo. No, no es más que el principio del fin. Por eso, siendo la literatura casi imprescindible, hoy os traigo 12 obras, una por cada campanada, para empezar este 2021 con fuerzas y afrontar todo lo que se nos ponga por delante... O simplemente distraernos de la realidad y pasar un buen rato dedicado para nosotros solos... O en familia, junto a nuestros seres queridos, aunque sea desde la distancia... En fin, cómo disfrutéis de las obras ya es cosa de cada uno, yo sólo las recomiendo.
No he hecho esta selección bajo un criterio en específico, más allá de la variedad de géneros, temáticas y edades (además de, por supuesto, cierta representación LGBT). Por eso, no tienen una temática en concreto, simplemente son obras que he leído y me han gustado, o que otras personas de confianza me han recomendado y estoy por leer. En fin, espero que entre ellas haya alguna que os convenza y le deis una oportunidad, y os recuerdo que aún estáis a tiempo de incorporarla a la carta de los Reyes Magos ;)
1. En el Bosque de Anthony Brown
En el bosque es donde los padres de Hansel y Gretel abandonan a sus hijos, donde se pierde Ricitos de Oro o donde el lobo feroz persigue a Caperucita. Anthony Brown escoge el bosque como escenario principal para este álbum ilustrado, al igual que muchos otros cuentos populares de tradición oral. En este, una madre le pide a su hijo que vaya a casa de su abuelita, que está enferma, pero por el camino largo, pues el atajo que pasa por el bosque es demasiado peligroso. Pero este, por primera vez, decide ir por el bosque, porque quería llegar pronto a casa por si su padre, que llevaba ya un día ausente, regresaba. Allí, se perderá y encontrará a personajes pintorescos que quizás los más pequeños puedan reconocer... ¿Y los adultos? ¿Os acordaréis de ellos?
Este álbum ilustrado es casi como un juego, pues escondidas en las ilustraciones hay muchos guiños a distintos cuentos populares. ¡Como un Dónde está Wally, pero con cuentos! Es, por lo tanto, un libro corto, pero que da para muchas horas de lectura. También trata temas como el miedo y la soledad, y también la exageración, pues, "en el bosque, nada es lo que parece".
2. El principio, de Paula Carballeira
Como decía en la introducción de esta entrada, el 2021 será sólo el principio del fin de la pandemia. Este hermoso álbum ilustrado, con ilustraciones de Sonja Danowski, acerca la temática de los conflictos bélicos al público infantil. No nos habla de una guerra, pues en ella todos salen perdiendo. La guerra no es nada, la guerra es sufrimiento, la guerra no es vida, la guerra es el fin. Nos habla, por lo tanto, del final de una guerra, es decir, del principio de la vida. El principio comienza con el fin de una guerra, con las risas de los niños y mayores en los parques y plazas, con los juegos,...
Las ilustraciones de Sonja Danowski, de estilo realista, retratan las vivencias infantiles de un período de posguerra de forma fiel, sin censurar los llantos ni las desgracias. Predominan los colores oscuros y sepias, dando al álbum una atmósfera de tristeza y melancolía. ¿Qué esperabais? Es sólo el principio. Pero, al igual que el 2021, también es el principio, el principio de algo bueno.
3. Heartstopper, de Alice Oseman
Esta obra se trata de una colección de cómics que podéis encontrar de forma gratuita (y completamente legal) en Tapas, aunque en esa plataforma sólo está disponible en inglés. A través de sus páginas, nos cuenta la historia de amor de Charlie y Nick, dos adolescentes enamorados el uno del otro desde el momento en el que sus miradas se cruzaron, pero sin el valor de confesarse. La inseguridad de Charlie le hace pensar que no merece a nadie, que ya es afortunado de tener a Nick como amigo, y que si le dice lo que siente, este lo rechazará y se habría cargado su amistad. Nick, por su parte, sufre una homofobia tan internalizada que ni él mismo se da cuenta de lo que siente por Charlie, ni se atreve a darle un nombre. Por estos motivos, ambos se ven obligados a esconder sus sentimientos y sufrir en solitario.
Heartstopper no sólo cuenta una historia de amor, sino también del sufrimiento por amor y el duelo que la sociedad homofóbica hace pasar a casi todas las personas homosexuales, hasta el punto de querer renunciar de tu propia sexualidad, ser "normal" y negar tu forma de ser y tus sentimientos (sé de lo que hablo). Con un estilo de dibujo sencillo pero entrañable, Alice Oseman nos hace empatizar con estos personajes y sus vivencias, desde las más tiernas hasta las más dolorosas y trágicas. Así que, por si te faltaban razones para llorar este 2021, ¡aquí tienes otra! :D
4. Alma y los siete monstruos, de Iria G. Parente y Selene M. Pascual
5. Strawberry Moon, la hija de la Luna, de Laia López
Diana puede parecer una chica normal... Bueno, claramente no es normal, pero por lo menos aparenta ser humana. Lo cierto, sin embargo, es que es una sirena de la laguna que ha decidido continuar sus estudios en una universidad de la superficie. Allí, sus nuevos compañeros tritones y sirenas la ayudarán a adaptarse a las extrañas costumbres humanas, a la vez que le echan un ojo. Aunque, por mucho que la vigilen, no pueden evitar que Diana se enamore de un chico humano. Pero no todo son risas y juegos, pues cosas extrañas han estado sucediendo por la zona, todas ellas relacionadas con su hogar: la laguna. Diana y sus amigos tendrán que llegar hasta el fondo del asunto a la vez que protegen sus identidades.
Una historia que inevitablemente nos recuerda a la Sirenita, pero ambientada en un mundo actual y con elementos de aventura que le dan un aire más fresco. Además, las ilustraciones de la misma Laia López son un amor. Debo confesar que me compré este libro porque ya seguía a Laia como ilustradora, pero no me esperaba gran cosa de su narrativa. ¡Qué equivocado estaba! Actualmente tengo la segunda parte, Blue Moon, el misterio de la laguna, en mi estantería, esperando paciente para ser leída (no he tenido mucho tiempo este año que digamos...). En definitiva, una obra homenaje a los clásicos con un espíritu renovado, personajes entrañables y un amor prohibido envuelto de misterio.
6. Guardianes de la Ciudadela, de Laura Gallego
En un mundo acechado por monstruos, sólo un libro puede salvarnos. Axlin es la única persona en su enclave que sabe leer y escribir, y con el paso de los años ha ido confeccionando un pequeño y modesto bestiario, junto a un mapa de las regiones cercanas con los monstruos que merodean a su alrededor. Los miembros de su enclave ven en esa conducta algo desagradable y macabro, pero ella ve un resquicio de esperanza para salvar a la humanidad de la extinción. Por eso, decide tomar la dura decisión de abandonar su enclave junto con dos comerciantes, arriesgando su vida y sabiendo que seguramente jamás regresaría. Todo por un difícil y casi imposible objetivo: completar su bestiario para defender a la humanidad de los monstruos. Pero en su labor no estará siempre sola, pues por el camino ganará amigos que la ayudarán y protegerán... Pero, ¿a qué precio?
Esta ya es una obra bastante conocida de Laura Gallego, pero es una de mis obras favoritas y no quería pasar la oportunidad de recomendarla por estas fechas, ya que también pone de manifiesto la importancia de los libros en nuestras vidas. El universo de El bestiario de Axlin continúa con El secreto de Xein y La misión de Rox. Se trata de una trilogía maravillosa de aventura y fantasía que trata temas tan reales como el amor prohibido, el deber, la amistad, los estigmas sociales y la búsqueda de la verdad ("una joya de múltiples facetas"). Además, sus personajes están muy bien construidos y es sencillo llegar a empatizar con ellos. ¿Qué más puedo decir? Laura Gallego ya es una autora de fantasía consagrada que no decepciona.
7. Arroz con leche, de Natalí Tentori
8. Báilatelo sola, de Alejandra Martínez de Miguel
Hace ya unos años, pero tampoco hace mucho, se difundía por todos los grupos de WhatsApp el poema sobre canciones de moda (y no tan de moda) recitado por una chica que pronto sería conocida como la poeta feminista. Ese poema se llamaba Déjanos bailar, y la mujer, Alejandra, que reunió ese y muchos otros poemas similares en este rebelde poemario.
Su estilo poético no es el más convencional, y sumado a sus recitales en tono humorístico, se ha ganado la crítica de sus colegas de profesión, que le quitan a sus obras la cualidad de poesía. Si me preguntan a mí, esos no son más que una panda de elitistas y ciertamente algo machistas (si un hombre se atreviese a renovar el panorama poético de una forma tan revolucionaria, no le habrían caído tantas críticas). Pero Alejandra es fuerte, y su poesía también lo es. Su poemario está hecho para leer gritando y a viva voz, o sentada tranquilamente en el sofá; para pasar un rato divertido, y para denunciar las injusticias sociales.
9. Retahilas de cielo y tierra, de Gianni Rodari
Si hablamos de poesía infantil, no podía faltar una obra del escritor y pedagogo italiano Gianni Rodari (compartimos profesiones uwu) (bueno también era periodista pero uwu). La poesía de Rodari nace del juego con las palabras, y por eso sus obras gustan tanto a los niños pequeños. Y no nos engañemos, a los adultos también nos hacen reír... y pensar...
Por otro lado, la fantasía y lo absurdo de sus poemas nos remiten a preocupaciones reales como la justicia, la igualdad y la solidaridad. Sus rimas entrañables todavía siguen encantando a públicos de todas las edades.
10. Owlboy, de Simon Stafsnes Andersen
Desarrollado (a fuego lento) por D-Pad Studio, Owlboy es un videojuego 2D de plataformas al estilo retro. Su protagonista, Otus, es un chico búho con grandes dificultades para comunicarse con los demás debido a que es mudo. Esto le hizo llevar una infancia difícil y todavía hoy sufre las secuelas, pues no se siente seguro de sí mismo. ¡Pero no es momento de llorar, porque Otus debe salvar su aldea del ataque de unos piratas! Pero Otus... Él no es ningún héroe, sólo es un chico torpe, asustadizo, antisocial, idiota... ¡Un inútil! Con la ayuda de su amigo de toda la vida y de nuevos compañeros que irá conociendo a lo largo de su aventura, Otus deberá ganar la confianza en sí mismo que necesita (todos la necesitamos) para derrotar entre todos a los piratas.
Owlboy no se trata sólo de una historia de superación personal, sino que nos habla del importante papel que juegan los amigos en los momentos difíciles de nuestras vidas. Sin ellos, para Otus sería imposible avanzar, pero lo mismo sucede con los demás. El pequeño chico búho también es alguien importante en el equipo, aunque él no lo comprenda todavía. Una historia conmovedora, con un estilo pixelart hermoso y una jugabilidad sencilla que os emocionará.
11. Deemo, de Rayark Inc.
Espero que os guste llorar... Un buen día, mientras Deemo estaba tranquilamente tocando el piano, una niña pequeña cae desde una ventana directa en sus brazos. Esta no recuerda ni su nombre ni cómo llego a ese extrañísimo lugar, sólo sabe que quiere volver a casa. Los dos protagonistas se dan cuenta de que, tocando el piano, el árbol que crece en el centro de la sala aumenta de tamaño. Entonces, se les ocurre que pueden seguir tocando los dos para hacerlo crecer más y más, hasta alcanzar la ventana por la que había caído la niña. Pero cuanto más crece el árbol, también lo hace el vínculo entre Deemo y la niña, por lo que la despedida será agridulce.
Deemo se trata de un videojuego principalmente de ritmo, que además cuenta con mecánica de point-n-click. Es muy curiosa la forma narrativa de esta obra, pues no se nos presenta la historia de forma directa. Para ir avanzando, tendremos que tocar distintas piezas de piano para hacer crecer el árbol y desbloquear fragmentos de historia (en forma de animaciones hermosas estilo anime). Además, debemos explorar el mundo de Deemo, una especie de castillo surrealista, para encontrar nuevas partituras y distintas pistas que nos intentan decir qué es ese lugar y cómo hemos llegado ahí, quién es Deemo y qué se esconde tras la máscara de la chica misteriosa... Pero sólo el final nos revelará la verdad, porque toda pieza musical tiene uno.
12. Stardew Valley, de Eric Barone
¡La vida en la gran ciudad puede llegar a ser muy estresante! Por eso, ha llegado el momento de alejarse del incesante ajetreo del trabajo, abandonarlo todo y empezar de cero en la granja de nuestro abuelo, en Stardew Valley. Al principio habrá mucho trabajo qué hacer, pero luego... Bueno, luego también. ¡Pero es divertido y relajante!
Stardew Valley no es el típico videojuego RPG sandbox al que estamos acostumbrados. ¡Aquí, las posibilidades de personalización son casi infinitas! Aunque el juego funciona a base de misiones, tú eres el dueño de tu propio destino. En tus manos está la gestión de los recursos naturales, la interacción con los vecinos del pueblo, la reconstrucción del centro cívico... Todas tus decisiones repercutirán directamente en el juego.
No existe un objetivo en concreto para ganar. De hecho, aunque lo empecé a jugar hace poco, dudo que se pueda "ganar". Lo único de lo que debes preocuparte es de pasarlo bien e ir desbloqueando distintas historias que te irán desvelando los personajes. Personajes que, por cierto, están muy bien contruídos y es fácil enamorarse de ellos. Y sí, una de las mecánicas posibles es ligarte a uno (o varios) vecinos. ¡Y sí, el juego te deja hacer relaciones homosexuales! ¡Un brindis por la representación LGTB! Y, además, es mejor que Animal Crossing (si no lo digo, reviento).
¡Y ESO ES TODO! Pensaba publicar esto el 31 de diciembre pero entre una cosa y otra ya estamos a 1 de enero, ¡así que podría decirse que hace un año que no subo nada al blog! En fin, más vale tarde que nunca XD
Ahora en serio, espero que comencéis este año con prudencia pero con esperanza, y si os quedáis sin fuerzas por el camino, la literatura siempre ayuda. Si conocíais estas obras, o si os ha gustado alguna en particular, sería genial que lo compartieseis en los comentarios, y así enriquecemos entre todos esta entrada. También podéis seguirme aquí o en Twitter (@LiteratoRakso), donde subo mis desvaríos y además aviso de nuevas entradas en el blog (aunque llevo unos días inactivo, #universidad). Y bueno, creo que ya queda todo dicho, así que..
¡Feliz año nuevo 2021!
Nos vemos muy pronto... (o eso espero)